Algunos le restan importancia de que no fue una verdadera revolución, no buscaba romper con España. Otros pretenden disminuirla diciendo que hubo otros pronunciamientos anteriores como el de Chuquisaca–Bolivia en mayo de 1809, o más exitosos como el de Buenos Aires un año después. Lo cierto es que las ideas de libertad de Quito estuvieron presentes desde muy temprano en sus precursores y en las manifestaciones de Eugenio Espejo y todos sus amigos, como se evidencia en el movimiento de las cruces el 21 de octubre de 1794.
El marqués de Selva Alegre, Morales, Salinas, Quiroga, entre otros, planificaron en el carnaval de 1809 la conspiración de Quito que fue develada tempranamente y no se pudo realizar hasta el 10 de agosto de ese año. La convocatoria del barrio San Roque a los demás barrios es una proclama patriótica, un llamado a la rebelión, un apremio hiriente. “¿Hasta cuándo arrastramos las cadenas de la dominación extranjera?”. La revolución de 1809 fue aplastada y sus autores martirizados el 2 de agosto de 1810; sin embargo, sus muertes no fueron en vano, los quiteños perseveraron en su lucha y el 15 de febrero de 1812 declararon el Estado Independiente y Soberano de Quito, con una primera Constitución del que más tarde sería nuestro actual país la República del Ecuador. José María Lequerica, diputado destacado en las Cortes de Cádiz, reclama por la sangrienta represión dada en Quito y la muerte de más de 300 patriotas; exige igualdad de derechos para los ciudadanos de las colonias, debiéndoselos considerar españoles sin distinción de su lugar de origen. La independencia posterior de Guayaquil en octubre de 1920 y las campañas libertadoras hasta culminar el 24 de mayo de 1822 con la victoria de la batalla del Pichincha complementan y terminan la tarea emancipadora del pronunciamiento de agosto de 1809. Los que todavía alimentan sentimientos regionalistas en nuestro país, desconocen nuestra verdadera historia e identidad común de lo que fue la Real Audiencia de Quito en su totalidad, y que hoy constituye la República del Ecuador.