No existe un estudio de la economía ecuatoriana a largo plazo, la facultad de economía de las universidades no se ha interesado. Es fundamental conocer el crecimiento económico histórico. Décadas atrás en mi colección Historia del Comercio Exterior de Ecuador determiné las cifras del comercio exterior desde la Colonia hasta el 2000, y las memorias anuales del ministerio de hacienda para conocer el presupuesto. No he visto cifras de inflación a largo plazo. En Inglaterra sí las hay desde el siglo XIV. No hay de cuentas nacionales: PIB, inversión, empleo, etc., solo desde 1950 hasta la actualidad Este enorme vacío impide juzgar el manejo de la economía de los numerosos jefes de Estado, es lamentable. De los países con renta por habitante similar a la nuestra, hay estudios desde 1750, otros desde 1810 y otros desde 1900. En la Colonia, la monarquía administró muy mal la economía, no fue culpa de los ecuatorianos; pero en República el nivel de desarrollo alcanzado es responsabilidad de nosotros, no se puede culpar a EE. UU.. ni a ningún otro país.
¿Cómo quedó Ecuador al separarse de Gran Colombia? La respuesta está en las memorias del ministro de hacienda: “La agricultura y el comercio habían llegado a una completa ruina; las propiedades territoriales casi no tenían valor[…] La producción apenas bastaba para cubrir sus gastos, por lo que los propietarios se veían muchas veces obligados a abandonar el trabajo de sus fincas, que de este modo, cubiertas de malezas, se deterioraban diariamente; y el interés del dinero llegó por consecuencia de la situación a elevarse a un dos por ciento mensuales”.
Henry Wood, primer cónsul de Gran Bretaña en Guayaquil, en su informe al Foreign Office (cancillería) reportaba: «…hay muy pocos puertos que poseen tan vasta ventaja natural como Guayaquil[…]el país es capaz de producir una inmensa cantidad de productos exportables[..]. por la facilidad de tener numerosos ríos, se facilita el transporte del comercio[…]Guayaquil podría convertirse en uno de los departamentos más valiosos de la Gran Colombia” Daniel F. O´Leary, edecán de Simón Bolívar lo confirmaba: “Guayaquil llegará a ser algún día el emporio del Sur. Su situación geográfica, la fertilidad de su suelo, la abundancia y variedad de sus producciones y el hermoso río que la baña, le proporciona facilidades para su extenso comercio interior y exterior”. Los guayaquileños y resto de ecuatorianos debían cumplir las expectativas de los extranjeros; aadicionalmente los europeos y estadounidenses querían en invertir en las jóvenes republicas latinoamericanas. Las condiciones estaban dadas para Ecuador ser país próspero en pocos años.
Ellos describían un futuro, ¿qué sucedió en realidad? Primera decisión errada: la elección de Juan José Flores, con escasa preparación. Había guayaquileños con gran educación, igual quiteños y de otras ciudades. Es posible que, si se hubiera elegido a otro, Flores lo derrocara. Estabilidad presidencial hubo en los primeros dos gobiernos, el de J.J.Flores y Vicente Rocafuerte. Luego comenzaron golpes de Estado, unos justificados, otros no. Desde la primera administración, el peso ecuatoriano no tuvo ningún valor. Ecuador era basurero de monedas febles de otras naciones. Como si fuera poco, Flores ordenó emitir billetes de crédito público, sin respaldo, eran de papel, tan malo, que no he logrado ver un ejemplar. Flores manejó muy mal el presupuesto del Estado. En las memorias anuales, sus ministros de hacienda se quejaban de enormes déficits; irónico pues ellos eran los indicados de controlar el exceso de gastos. Seguirá.
