El Gobierno ha jugado su última carta política en materia electoral con la pretendida Consulta, decidida ya por la Corte Constitucional. Más allá de sus consecuencias, ¿qué mismo ocurrirá? Los correístas arrasarán en las seccionales salvo por algún reducto socialcristiano que se mantendrá incólume producto del control electoral de Nebot y su connivencia con Correa. Los poderes locales y regionales quedarán entonces repartidos entre la oposición y el rechazo popular a un régimen sin peso comicial alguno.
La presión política sobre Lasso se incrementará en lo que reste de su mandato mientras las fuerzas opositoras se posicionan para la captación de los dos principales poderes del Estado en el 2025. Los eventuales resultados políticos impactarán progresivamente la economía; una profunda preocupación en la ciudadanía producirá una terminante corrida financiera, mermando aún más la proyección de inversión y consumo, y afectando negativamente la generación de empleos. Consumados los hechos habrá una libre vía para el circunstancial retorno al país de todos los prófugos y la liberación de aquellos que guardan prisión.
El país quedará políticamente devastado sin resquicio alguno para encauzar una esquiva institucionalidad mientras los nuevos mandatarios reestablecen una revolución que en realidad nunca se fue y más bien coexistió. El ojo del huracán (2021-____) pierde fuelle ante la repotenciación de la tormenta del 2007 que regresa con mayor poder destructivo. Las fichas están jugadas y nada cambiará a menos que …