Patriota: persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien. (DRAE).
Patriotismo: Amor a la patria. Sentimientos y conducta propios del patriota. (DRAE).
Patriotero: que alardea excesiva e inoportunamente de patriotismo. (DRAE).
El uso de las palabras patriota y patriotismo en nuestro vocabulario, de manera indiscriminada, sin reservas, sin pesar ni pensar en su verdadero significado, nos ha inducido a restarle la trascendencia que tiene.
Gran parte de culpa de la depreciación de estas palabras, la tiene la arenga afectiva que se estila en los actos cívicos, en los que escuchamos expresiones trilladas como ésta:
«haciendo eco del sentimiento de nuestros antepasados y desde lo más profundo del corazón, estamos listos a ofrendar nuestras vidas en el altar de la patria, dispuestos a derramar hasta la última gota de sangre, confundiéndonos con las cenizas de nuestros héroes». Lo hemos escuchado tantas veces, ¿verdad? Bien, eso es discurso emotivo, no es patriotismo.
Ríos de tinta han corrido con alabanzas de amor y admiración hacia los héroes de la patria.
Crónicas, odas, poemas, relatos, cuentos, y hasta fábulas nos hablan del patriotismo en el campo de batalla, haciendo bullir la sangre en nuestras venas por amor a la patria y rechazo al enemigo. Esto está bien, es literatura y nos inclina a ser patriotas. Pero es una postura incompleta y que sigue siendo emotiva.
De pequeños nos enseñaron a honrar los símbolos patrios: el escudo, el himno y la bandera.
Este aprendizaje es fundamental para cultivar el amor patrio desde la niñez y concientizar a los futuros ciudadanos que patriotismo no es sólo una palabra, sino que es una vivencia que se manifiesta en acciones para engrandecer a la patria. El porte externo y el respeto que demandan a los ciudadanos los símbolos patrios son plausibles, pero son aún actitudes insuficientes.
Que quede claro, que patriotismo es un sentimiento que debe traducirse en REALIDADES, que demuestren material y espiritualmente nuestro amor al Ecuador. Entonces, esta palabra ya no es vacía sino que se convierte en algo consistente, claro y de hondo significado.
Patriota es también el que trabaja todos los días; el que educa a sus hijos con su ejemplo; el que invierte en el Ecuador y genera trabajo; el que cuida la ciudad; el maestro que por encima de sus intereses forma a la juventud; el voluntariado que sirviendo y socorriendo se sacrifica por los demás sin esperar nada a cambio. En fin, repetimos, patriota es el que su amor a la patria lo traduce en realidades visibles y prácticas en beneficio del país.
Olmedo, el poeta guayaquileño, patriota por antonomasia, en su «Alfabeto» nos recuerda:
Amor de patria comprende cuanto el hombre debe amar:
su Dios, sus leyes, su hogar, y el honor que los defiende.