Es lamentable que la política de Ecuador es conducida y motivada por el odio, con bandos plenamente identificados acusándose unos a otros de exactamente lo mismo: Corrupción, diciendo que la combaten, usando a algunos, inocentes o no, para que revoloteen alrededor.
No tienen respeto por la ciudadanía, los creen tontos y los ponen a pelearse unos a otros, defendiendo a uno u otro bando, cuando el resultado siempre es el mismo: Todo queda en escándalo, solo un par de los más tontos van presos y los demás gozan su impunidad.
Todo queda apenas en desprestigio, con acusaciones que van y vienen, pero a la hora de la hora todos son inocentes. Ecuador es el país de los inocentes, donde la principal defensa es el ataque con el mismo argumento: «Tú eres más corrupto que yo». «Midamos con flexómetro tu casa y la mía para ver quién es el más corrupto de los dos».
¿Por qué Petroecuador que ha sido perjudicada no ha puesto ninguna denuncia? ¿Por qué sucesivos gobiernos han quedado solo para producir y promover el escándalo, el desprestigio de otros y para culpar a otros? Porque entre bomberos no se pisan las mangueras. Todo es show para distraerlos. El resultado es siempre el mismo.
“El país nos quiere unidos por un verdadero encuentro nacional”, dice Lasso Guillermo con motivo de la desbordante delincuencia, pero la ciudadanía quiere un gobierno que se preocupe por la agenda de todos los ciudadanos, no por su agenda que busca gobernabilidad para realizar su agenda personal.
Ecuador necesita trabajo y los ecuatorianos quieren trabajar para ganarse el pan y pagarse la entrada para ir al circo, pero no que le den circo dizque gratuito donde los que nos representan son por demás bien pagados, pero no para hacer payasadas sino para legislar y administrar el Estado.
El Gobierno los tiene entretenidos con el circo de la Asamblea, con la pantomima de la supuesta fiscalización, mientras nos mantienen encerrados con toque de queda y con los negocios quebrando. Sin embargo, el Gobierno sigue pretendiendo ser tan sabio que, a pesar de la delincuencia y de tener un país paralizado, crea cientos de miles de empleos, mientras tiene a los tontos desempleados peleando en Twitter contra los «correistas». Los llaman corruptos, mientras defienden a un gobierno igual.
Es la estrategia gobiernista para exculparse de su propia ineficiencia y complicidad con la delincuencia.
Al final, estamos peor. De las tasas de interés y del riesgo país, ni para qué hablar.
El circo en el que Lasso es el payaso del terror y los ad honorem son los enanos, pero de moral. Ecuador el espectador sin solución a sus problemas de este circo mal montado y en ruinas. Que se vayan todos.
Qué más se puede agregar, que no haya escrito ya en su análisis Carlos Sagnay de la Bastida?. Todo es un show, los distractores en efecto son estas pantomimas de lavarse de la corrupción que los tiene embarrados a uno y otro bando, estas mojigaterías de querer establecer justicia y sanciones, cuando ellos mismos son juez y parte y están empuercados.
Qué nos queda a la ciudadanía? Solo esperar que este gobierno termine y no votar por ninguno de estos que ya están o han estado en los gobiernos sucesivos y nada han hecho por el bien del país, solo para su propio beneficio han laborado, Debemos entender que ya nos hemos lamentado demasiado y que solo alguien honesto y que ame al país, debe ocupar la Presidencia. Ya basta de los mismos de siempre.
Fátima Macancela