22 noviembre, 2024

Ya obtuve mi nueva licencia de conducir

A los 12 años, mi padre me enseñó a manejar y conducir. (bien). Ers una época en la que en Guayaquil, no habían los semáforos. Pocas eran las personas que tenían vehículos particulares y pocas lineas de buses y colectivos circulaban por la ciudad. Para girar a la izquierda, se sacaba la mano izquierda bien extendida y para virar a la derecha, se sacaba el mismo brazo, pero en ángulo recto. A los 18 años obtuve mi primera Licencia de manejo. Siempre por la derecha., Me preparaba para los exámenes teóricos y prácticos de esa época. Incluía una subida al cerro Santa Ana, hasta el primer nivel y bajabas. Acompañado de un Agente de tránsito, de aquellos de la C.T.G., que decidían en el momento si estabas o no apto para manejar. Aquella costumbre, la continué con mis hijos.

Recuerdo que podías manejar desde los 16 años, siempre y cuando vayas acompañado de otra persona que sabía manejar y tenía Licencia y, que tu padre, dirigiese un carta al Director de la Entidad, de que se responsabilizaba como garante de los daños, que pudieras realizar en dichos dos años de manejar. Sin tener la edad reglamentaria de 18 años.

La Licencia, tenía una duración de cuatro años y la renovabas el día de tu cumpleaños.

Con los años las exigencias para manejar un vehículo sportman cambiaron. En la actualidad, tienes que dar un nuevo examen de manejo (???) y un examen psicométrico, para comprobar que ves bien y que oyes bien. Con estos dos requisitos, estoy de acuerdo, pero me parece un absurdo el primero. Por suerte hay empresas que se dedican a tomar estos exámenes (autorizadas por la Institución de tránsito en el Ecuador), que cuesta entre $20 y $40. Con tal certificado te diriges al Ecu 911, si vives en La Parroquia Especial de Samborón y solicitas un turno para hacer el examen práctico, en la computadora de la Institución.

Lo hice, ( como persona de la tercera edad, tienes un turno privilegiado). Sólo tienes que llevar la cédula de ciudadanía y la Licencia anterior, esperar unos minutos y te llaman, para rendir el exámen.

Lo rendí,, pero, no lo aprobé. Te dan otra fecha, para después de un mes aproximadamente. Le comenté a mi hermano mayor, este hecho. Me dijo, sería el primer examen que no hayas aprobada en tu vida …Así es, le conteste. Sugiero, si a la primera, no apruebas, debería, haber en ese momento otra prueba, hasta una tercera. Si las apruebas, entonces sí, para después de un mes, para prepararte mejor..

Días después, nos llamo mi hija y nos comentó que había aprobado el exámen práctico. Me alentó para que siguiera ensayando en la computadora. Me informó que ahora son 300 preguntas sobre las que escogen las 20 para examinarte. No lo sabía, sólo practiqué sobre las 200 preguntas del formato anterior. Cuando ya me tocó volver al Ecu-911, estuve mejor preparado y pude aprobar el examen. 15 minutos mas tarde como mucho, tenía my nueva Licencia de conducir en mis manos.

Me había ahorrado entre 130 hasta 200 dólares, que cobran los pre tramitadores, que saben muy bien como ubicarte telefónicamente, para “solucionarte”, la renovación de tu Licencia, por tan “módico” valor. . Asi estan los tiempos actuales. La licencia que te entregan en tus manos es legal. Yo la llamo el método rápido de la renovación.

En los EE.UU. (USA), me contaba un amigo, la Entidad de tránsito norteamericana, te envía una comunicación por correo, un mes antes del vencimiento de la misma, con un formulario, para que lo llenes, debidamente firmado, lo remites por el mismo buzón del correo americano. Ellos revisan el cuestionario y si lo encuentran correctamente respondido, te remiten la nueva Licencia, por la misma vía. Muy práctico el sistema.

El primer problema que tendríamos en el Ecuador, es que ya no tenemos Correo. Escribiré en próximas entregas sobre esta desaparecida Institución Nacional.

Mi consejo a todos/as mis amigos/as lectoras: prepárense para rendir la prueba y saquen siempre este tan importante documento, por la Derecha.

Es la mejor forma de terminar con los “tramitadores”.

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“…Esta mañana pensé por primera vez que mi cuerpo, ese compañero fiel, ese amigo más seguro y mejor conocido que mi alma no es más que un monstruo solapado que acabará por devorar a su amo. Haya paz….Amo mi cuerpo. Me ha servido muy bien. Todavía me recojo cada noche con la esperanza de llegar cada mañana. …Dentro de los límites infranqueables de que hablaba, puedo defender mi posición palmo a palmo…”

Hermosas líneas de las “Memorias de Adriano”, que tengo que volver a su lectura, cada vez que siento esa fragilidad tan sensible entre la vida y la muerte, especialmente al sentir lo hermoso que es vivir, a través de los ojos de cómo la vemos, y que sin embargo para aquellos seres que nos sembró su amor, o de padres de amigos que están próximos a partir a no ser testigos diarios de estas noches y soles, mi alma vibra en pensamientos y reflexiones sobre lo inexorable que es el paso del tiempo. Estos días vimos también en la televisión cómo se jugaba con la muerte de unos, con una indolencia ante caprichos personales, creando dolor innecesario para muchos.

1920, año en que mi padre nació. Yo también vivo desde ahí.

1 comentario

  1. No siempre es de esa manera. Al renovar mi licencia, por tener más de 65 años, me tomaron tres exámenes, los dos que refiere la nota, más uno práctico, en una ciudad imaginaria, diseñada en una explanada ubicada en la Juan Tanca, por las inmediaciones de la planta de Coca Cola en Guayaquil. Me parece que estamos involucionando.

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