Cuando se puso de moda el poker abierto, uno de los juegos más interesantes era “jodiendo al vecino».Dicho término trasladado al sector público ecuatoriano, podría ser “tirar el cuerpo al monte”. Lo explicaremos con ejemplos.
En la presidencia del Ing, Febres-Cordero,(+) un sismo en el Oriente ecuatoriano, rompió el oleoducto trasandino y se produjo un derrame y la consecuente contaminación de ríos de la amazonía. El Ministerio de Minas y Petróleos de esa época, indicaba que la actuación ante el problema, le competía a Petroecuador, Petroecuador, decía que el problema le competía, al Ministerio del Medio Ambiente, y éste a la Secretaría de Riesgo. Febres-Cordero, tomó cartas en el asunto y los puso a trabajar a todos ellos al unísono, en lo que a cada ente le correspondía actuar.
Cosa igual sucedió, con el Problema de la Aftosa, que enferma y mata al ganado y tiene que ser incinerado y enterrado. El virus se transmite con el viento,. El virus de la Aftosa, que enfermaba al ganado colombiano de las ganaderías del sur de Colombia, contaminó el ganado de la provincia serrana fronteriza o muy cercanas a Colombia y amenazaba con afectar a la ganadería del Oriente ecuatoriano.
Un Organismo Técnico en vacunación ya desaparecido, indicaba que la tarea le pertenecía al MM. del Magap y éste a su vez a Agrocalidad. El Presidente de aquel entonces, dispuso que cada una de las entidades relacionadas con la ganadería, se involucrara en el problema y se salvó el ganado ecuatoriano, por cuanto se inició una vacunación total del ganado serrano y de todo el país, y se evitó su proliferación a otras provincias del país.. Incluso, para las ferias ganaderas, se impuso una especie de cuarentena del ganado, antes de su exposición en tales lugares, para establecer si tales reses, estaban previamente vacunadas, para evitar el contagio, durante los días que duraba la Feria en mención, generalmente realizadas en la Provincia del Cotopax, en el Cantón Duran y en otras provincias ganaderas del país.i.
El problema mayor, era para las parcelas serranas, que crían ganado de leche y tienen una,dos o tres vaquitas y generalmente no estaban vacunadas. Desde esos tiempos aca, es obligatoria la vacunación contra la Aftosa, del ganado en el Ecuador, y Agrocalidad es la entidad encargada del control anual.
Cosa parecida, aconteció con la erosión provocada por el río Napo, provocando derrumbes, poniendo en riesgo, la infraestructura misma de la carretera Quito-Napo (en ese sector), y del mismo Oleoducto.. La discusión se entabló, entre el Ministerio de Hidrocarburos,, el Ministerio de OO.PP y la Secretaria de Riesgo, hasta que entendieron que, les correspondía actuar de inmediato a los tres entes referidos.
En la actualidad, tenemos el problema de las aves, “estacionadas” (ha hecho ahí su habitad), en el Islote del Palmar, ubicado entre La Puntilla de Samborondón y la ribera del Río Daule, sobre la ciudad de Guayaquil. El problema se da cuando se elevan los aviones desde el Aeropuerto de Guayaquil, cuyo ruido de la turbinas, hace que las aves, alzan vuelo, y en más de una ocasión, se han estrellado contra la ventanas de la cabina de mando del avión o se han introducido dentro de las Turbinas del mismo, poniendo en riesgo a dichas aeronaves.
El mismo cuento: La Dirección de Aviación Civil de Guayaquil, indica que la solución del problema a ella no le compete (por estar el Islote fuera de la pista de aviación del aeropuerto de Guayaquil, que el tema le compete a la Alcaldía de Guayaquil, por estar dicho Islote catastrado como predio municipal, a su vez la Alcaldía, le pasa la pelotita a la Prefectura del Guayas y esta a la Dirección de la Marina Mercante. Nadie toma cartas en el asunto.
Las aerolíneas extranjeras que aterrizan en el Aeropuerto de Guayaquil, bien podrían tomar la decisión de no aterrizar en nuestro aeropuerto, alegando riesgo para sus unidades aéreas y aterrizar en el Aeropuerto de Manta, toda vez que lleva casi 50 años postergado el Nuevo aeropuerto transcontinental de Guayaquil, en el Daular, o quizás, en el Aeropuerto de de Taura, (antiguo aeropuerto de la FAE), si está en buenas condiciones de mantenimiento e iluminación. La situación de la ciudad de Guayaquil, como ciudad de destino aéreo y de turismo, se vería muy afectada, por esta circunstancia, que no la veo tan difícil de solucionar.
Los arroceros,siempre tuvieron como “plaga», a las aves, cuando la espiga de arroz germina, la única solución en el campo, eran los espantapájaros (palos largos, sobre los que pendía un muñeco feo), que asustaba a las aves, incluso modernizandolos con ruido.para espantarlas.
Ciertas residencias elegantes de la Parroquia especial de la Puntilla del Cantón Samborondón, utilizan muñecos mas modernos, que mueven la cabeza y emiten ruido, para evitar que los pájaros se posen en los balcones de las casa, en las que hacen hasta sus nidos, como es el caso de los gallinazos o de los halcones…
Con un “tumba casas” (hechos en Cuenca), o una dinamita, se van, por cuanto las aves tienen muy sensibles los oídos. Si se establecen los espanta pájaros arroceros y si se fumigase, posiblemente las aves que ahí se posan, no volverán y se irán posiblemente a la isla Santay.o algún lugar más lejano.
Otra solución es que la Prefectura del Guayas, aproveche la llegada de la Draga China, que ya salió de algún puerto de la China, (futa que viene lejos), y hasta que se instale la tubería que desalojar dicha arena del dragado, a través de tuberías, que la depositaran tierra adentro en el Cantón Durán, y mientras se realice la instalación de la tubería deberá también, eliminar el Islote el Palmar, con la autorización del Municipio de Guayaquil.
Posiblemente las labores del dragado, se iniciarán a fines de año 2023, sin ponerle fecha de terminación a la obra de manera definitiva, no sea que le suceda a la señora Prefecta, lo mismo que al Alcalde (E), del Distrito Metropolitano de Quito, con el Subway, que no estará operativo para el 21 de Diciembre de este año, como lo anunció, sino para Marzo del 2.023.
Es probable que existan diversos métodos técnicos, de la Ingeniería especializada en estos temas, pero, por algo hay que empezar,. como los sistemas, aquí enunciados, para minimizar el riesgo real, que existe para la Aviación de la ciudad de Guayaquil.
No quiero pensar que la burocracia de la Aviación Civil Nacional, con sede en la Ciudad Capital, haga “mutis por el Foro”, para sólo mantener un sólo aeropuerto internacional en el Ecuador.
No actuar, quedarse de brazos cruzados y no ponerse a trabajar con urgencia, cada una de las Instituciones lineas arriba señaladas, de manera coordinada, lo que a cada una, parcialmente les corresponde actuar, sería la peor de las situaciones de tales entidades públicas.
Este tema, no es político, ni mucho menos electoral, es problema de País, por la importancia que tiene para el Ecuador, el Aeropuerto de Guayaquil
Señor columnista, debo empezar manifestando que la Dirección General de Aviación Civil con sede en Quito no un organismo burocrático sino eminentemente técnico. Su Director General William Birkett hizo las gestiones para que una comisión internacional canadiense se traslade a Guayaquil con el fin que evalúe el problema y haga un diagnóstico de las medidas de mitigación para atenuarlo o eliminarlo.
Para su conocimiento debo informarle que en esta época, los pájaros que se cuentan por miles, desovan y se calcula que cada hembra pone hasta dieciocho huevos; de igual forma los pájaros mudan sus alas lo que les restringe el volar. Como medida paliativa se dice que se puede colocar una red en el islote para proceder a atraparlos. Otra medida sería una caza controlada.
Como usted dice, todos los organismos son responsables pero lastimosamente estamos en época de elecciones y a los organismos seccionales poco o nada les importa el problema y vuelcan su mirada hacia el electorado. Si no se resuelve el problema, nuestra ciudad puede perder su calidad de destino turístico o de negocios y el gran perdedor será la gran ciudad que dejará de percibir ingresos por la falta de pasajeros.