22 noviembre, 2024

La desatención de niños en clase y de adultos en el trabajo

Se inició con la pandemia del coronavirus (Covid 19). Cuando por el necesario claustro ciudadano, tuvimos que mantenernos 4 meses encerrados en casa, para evitar contagiarnos. Luego vinieron las medidas de bioseguridad y por supuesto la educación virtual.,vía zoom.

Los niños, pese al esfuerzo de los maestros primarios, -ubicados al otro lado de la pantalla- y pese al esfuerzo en casa de mamás, papás o abuelos,para mantener la atención de los niños con la pantalla de T.V., los niños, se cansaban y se retiraban a jugar con sus juguetes preferidos. Pese a que las clases no eran tan prolongadas, pero los niños son así.

Ya en la época de la normalización viral, -gracias a la vacunación-, se iniciaron las clases presenciales., Sin embargo, hay otros factores motivadores de la desatención, en la actualidad.

Existe un organismo, que puede medir esa desatención en clase, de los niños, que puede servir de valiosa información para Profesores, Educadores, y Rectores de unidades educativas, incluso al mismo Ministerio de Educación Pública. Para que puedan profundizar durante sus clases para evitar la desconcentración y de la falta de atención de ellos a las enseñanzas que reciben en las aulas.

Adicionalmente los meses de noviembre y diciembre, “atentan” contra la concentración de niños pequeños y más grandecitos. Y no sólo ellos, también los adultos, sean empleados o profesionales.

Se trata de ciertos hechos inevitables que contribuyen a esta especie de desconcentración colectiva. El mayor de ellos, el mundial de fútbol, que se realiza en Catar, que está por terminar., este fin de semana, bien sea a través de la TV o de la radio. La fecha de la celebración de Difuntos, que movilizan a los padres e hijos, al lugar de sus restos mortales.Los feriados, la colección de figuritas de todos los jugadores del mundial, para pegarlos en los álbumes, con la consiguiente “alcahuetería” de las mamás y el canje de las figuritas repetidas.

La celebración de las navidades, la cartita a Papa Noel, la compra de regalos y la apertura de los regalos el día mismo día o posterior del nacimiento del Niño Jesús (para los pequeños). Los Adviento, el arreglo de casa con objetos navideños,etc. distrae, desconcentra a niños y grandes de sus habituales ocupaciones. Las reuniones de amigos de siempre y su correspondiente organización, las reuniones previas, a la navidad, para los mayores y un sin fin de etcéteras.

Para las empresas bancarias, comerciales e industriales, el jueguito del “Amigo/a secreto/a” es infaltable. No podía abstenerme, de jugar, -aunque lo odiaba-, por cuanto mi amiga se quedaba sin amigo, hasta que llegaba el día de la entrega del regalito, que tenía un límite en su valor, pero que durante varios días, se dejaba en el escritorio o lugar del trabajo, de/de la amigo/a, una cajita de chicles, un bombón, una caja de fósforos, sin que el otro/a, se de cuenta, se tenía que estar pendiente de que se vaya a “lonchar”, o al SS.HH., o a hablar con su jefe directo, en fin, una total desatención, durante algunas horas en la mañana.

Los jefes de personal, tenían que vérselas, por cuanto terminaba el “jueguito”, con una buena fiesta, donde al calor de los traguitos, empezaban los jóvenes a sacarse los cueros al sol, los reclamos, por las malas calificaciones respecto del desempeño anual,, que les ponían los superiores, determinante para las mejoras salariales del próximos aniversario de trabajo,, algunos hasta trataban de irse a los puños, en fin todo un cúmulo de acontecimientos, que durante dos meses del año, a niños, jóvenes y adultos, los llenan de estrés, durante las jornadas de clases o del trabajo diario.

Aspectos a los que hay que incluirles la hechura del “año viejo”, o la compra de uno de esos muñecos de palo con aspectos de determinados personajes públicos, que se destacaron durante el año que se acaba y la consiguiente quemazón a lo largo de las calles guayaquileñas, y de todas las ciudades del país, para dejar atrás los malos momentos vividos durante el año que termina., junto con las promesas del venidero, la comida de 12 uvas, la vuelta a la manzana con la meleta y el uso del calzón amarillo (en las mujeres), inflaltables, antes de la media noche del 31 de Diciembre.,

Si lo valoramos en dinero, esta especie de desconcentración o “pérdidas” de tiempo, en escuelas o lugares de trabajo, podrían cuantificarse en millones de dólares, por falta de productividad, en el desempeño diario., Pero así es la vida y casi que son inevitables, en estas épocas, donde la la paz y el amor, no siempre se dan en estos días, de gran religiosidad y de fraternidad entre las personas.

Mientras unos mueren de alegría, por sus triunfos y éxitos, otros mueren de frío, de hambre, de dolor, o de nostalgia por sus seres queridos.

Ánimo, la vida es así, todo empieza y termina, pero la vida continúa.

Feliz Navidad y un próspero año 2.023..

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