La Torre de Babel, según la Biblia fue construida en una ciudad de Asia tratando de llegar al cielo, más los obreros de repente, comenzaron a utilizar distintos idiomas tornándose incapaces de comunicarse entre sí, lo que produjo un enorme caos.
En nuestro país, por desgracia, parece que tratamos también de confundirnos los unos a los otros, hablar distintos idiomas, retorcer argumentos, violar reiteradamente La Constitución y las leyes y lo que es más grave, esconder intensiones sin entender la urgencia de ponerle un alto a la delincuencia organizada y al narcotráfico
En este estado de cosas, de parte y parte, se vulneran los principios, los insultos aumentan, las prepotencias suben de grado. Al parecer, lo único que interesa es triunfar sobre el opositor o presunto opositor, sin medir ninguna consecuencia
La ¨Babelandia¨ ecuatoriana se alimenta, pues, en muchas ocasiones de discursos vacíos, ruedas de molino y falsos argumentos que no consiguen esclarecer conceptos, antes, al contrario, los oscurecen.
Esperamos que se calmen los ánimos, se aquieten los odios y de manera ponderada se resuelvan los problemas. Los políticos deben entender que vivir en paz es la máxima aspiración del pueblo ecuatoriano.
Por los motivos expuestos, ¨La Babelandia¨ ecuatoriana debe terminar, y es obligación de los poderes públicos establecer un clima de paz para la República.
Me parece todo tan cierto y lamentable lo aqui descrito, como inùtil. El loco del ático sigue «pesando» en nuestra vida republicana, dirigiendo un circo de adláteres tan incompetentes como audaces, capaces de sostener sin rubor, tanto la cuadratura del círculo, como la impécula gestión de la década robada,mientras se revuelcan en la inmunda suciedad de la impunidad solapada por jueces ignorantes y audaces y tambien sin vergüenza-