De tanto en tanto leo entrevistas en los diarios de Guayaquil, de personas. -presumiblemente expertos en planeación urbana- hablan de la peatonalización de todo el centro de la ciudad de Guayaquil. Y no sólo de las tres cuadras de la calle Panamá.
Me imagino el caos vehicular de la ciudad, ante la imposibilidad de cruzar la ciudad de sur a norte y viceversa, desviando el tránsito vehicular hacia la Avds.. Olmedo, Boyacá y otras, hasta empatar con las Av. Quito y Machala, en el centro/este/oeste, de la ciudad.
La peatonalización, fue posible en las ciudades alemanas, al término de la Segunda Guerra Mundial, por cuanto las mas grandes ciudades quedaron, piedra sobre piedra, después de los bombardeos, quedndo, sólo en pie, la Catedrales, gracias a un pedido del Papa Pío XII, a los Aliados.
La catedral de Colonia, es una de las más grandes Catedrales del mundo, esta construída de piedra hace más de 100 años y en su interior, decanzan los restos de Carlo Magno, custodiados por unos sacerdotes poco amigables, que utilizan esas capuchas, como las que utilizaban los miembros del Ku,Klux,Kan, en la época de la segregación racial, en los
EE.UU. (USA). Entonces los Municipios,crearon las zonas comerciales peatonales (caminables), sólo permitiendo a los proveedores el ingreso a ella de las seis a ocho am. y de las seis a ocho pm..
Tales zonas caminables, estan delimitadas por amplias avenidas, para el tránsito del tranvía, del bus, del trole y de los vehículos motorizados privados, que los conectan hacia las afueras del centro comercial y hacia las carreteras y autopistas que unen las ciudades entre ellas.
Una ciudad vieja como Guayaquil, que fue hace dos siglos planificada de manera cuadricular, no es posible transformarla, como lo han propuestos ciertos planeadores urbanos, en el pasado cercano.
Por ello, la iniciativa privada y los promotores inmobiliarios, crearon en la parroquia Especial de Samborondón, los Centros Comerciales, con parqueo privado, para sus clientes, a lo largo de la Av. Samborondón, de la parroquia especial de dicho Cantón, incluso, la construcción de grandes cementerios, en cuyas áreas internas se puede visitar a los difuntos con vehículos propios, en parqueos no lejanos a los sectores donde descansan sus familiares, (incluyo los míos).
En la medida que la ciudad se extienda, podrían construirse nuevos cementerios hacia la vía a la Costa y hacia la vía a Daule, si fuera necesario. Conocimos a traves de la prensa, que el sr Edson Arantes Do Nascimiento, «Pelé”, fue sepultado en un edificio de tumbas de más de siete pisos de altura, en la ciudad de Santos.
La Ingeniería Urbana, siempre encuentra las respuestas a las grandes concentraciones ciudadanas. Pero, si se quiere ser atractivo el centro de Guayaquil, para vivir en él y no migrar a los barrios periféricos, habrá que hacer atractivo para los ciudadanos, el canon de arrendamiento, de acuerdo con la Ley de Inquilinato codificada, aplicando el texto legal y en función del catastro municipal, en el casco céntrico de la ciudad, el Catastro Municipal de suerte que, un departamento de tres dormitorios en el centro de Guayaquil, podría costar entre $500 y $800 dólares al mes, mientras en la zona urbana especial de Samborondón, cuesta $1.300 dólares mensuales, y en ocasiones no va incluída la alícuota , si se trata de un condominio.
Es cuestión de encontrar fórmulas inteligentes para solucionar problemas urbanos, más que crear otros problemas, que bien pueden evitarse.
Estaremos pendientes, en los debates entre los candidatos a la Alcaldía de Guayaquil y de sus planes de trabajo cuatrienales, para conocer, quienes y como plantean este problema de la ciudad de Guayaquil. Hacer el Centro atractivo para vivir en él y solucionar el problema de la falta de parqueo.
Esperemos el próximo domingo, que empiezan los debates. Entre los aspirantes a ser Alcaldes de la ciudad de Guayaquil y en el caso de la actual Alcaldesa, su reelección.
Tienes razón, Sucre, y conociendo a nuestra gente será una cachivachería y venta de comidas callejeras. El gran Guayaquil que nos dejó León Febres Cordero se ha convertido en un pueblo, como tantos, con esta pésima administración municipal. No cumplió Jaime Nebot en dejarnos a alguien como su predecesor y como él.