El instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) presentó una encuesta de estratificación del nivel socioeconómico, que se realizó en Quito, Guayaquil, Cuenca, Machala y Ambato.
Reflejó que los hogares de Ecuador se dividen en cinco estratos, el 1,9% de los hogares se encuentra en estrato A, el 11,2% en nivel B, el 22 ,8% en nivel C+, el 49,3% en estrato C- y el 14,9% en nivel D.
La clasificación se realizó con base al bienestar económico necesidades satisfechas como alimentación, vivienda, sanidad, educación, etc.
En general existen tres clases sociales que se definen en función de los bienes materiales con que cuenta cada uno de estos grupos, lo que depende en gran medida de sus ingresos: la clase alta acumula el mayor porcentaje del poderío económico. les permite una vida de comodidades, educación y oportunidades; la clase media que agrupa a profesionales y pequeños propietarios a menudo consumidores de símbolos de estatus; y, la clase baja, obrera, trabajadora, sin demasiadas oportunidades educativas o de desarrollo personal.
El socialismo está basado en la lucha de clases. Busca la igualdad absoluta, la cual no solo es imposible sino indeseable, pues debe ser el trabajo, la preparación, el esfuerzo y la ética que tenga preminencia. Cualquier filosofía a favor de la igualdad es una racionalización de la envidia.
En 64 años de revolución, Cuba eliminó las clases sociales hasta estancar a todos en la pobreza y luego dió un paso mas llevándolos a la miseria, no existe clases sociales, existe sin embargo una casta privilegiada que desde el poder disfruta de beneficios y canonjías propios de las clases altas.
En Ecuador tenemos una cuarta clase social apestosa y nauseabunda, más bien casta, que corresponde a los políticos, ellos se eligen y se reeligen sin dar oportunidad a nuevos cuadros de ciudadanos. Sus miembros son asignados a dedo por los dueños de partidos que hacen de sus fieles súbditos una clase de vasallos sin dignidad ni amor propio. Se pasan siendo candidatos a prefectos, asambleístas y alcaldías, llegan a veces a la presidencia y por lo general a todos los esperan en la cárcel.
Por lo ocurrido en el país desde hace 14 años, podemos afirmar sin ruborizarnos que el sistema democrático ha fracasado, pues nos exige que elijamos a la misma lacra de corruptos e incapaces para ocupar cargos públicos.
Que la democracia ha fracasado, lo demuestra la lista de elegibles para las próximas elecciones. El Tik Tok y la payasada han reemplazado a las propuestas. Es el tango cambalache donde lo mismo es un burro que un gran profesor.
Propongo comenzar a idearnos un nuevo sistema, si, otro que nos permita ser gobernados por los mejores, por gente preparada, honesta y para ello habría que comenzar por quitarles el voto a la mayoría.
Eso que el pueblo nunca se equivoca es un chiste cruel.