El Presidente Lasso, es partidario de firmar los T.L.C., (Tratados de Libre Comercio), con muchos países del mundo, Tengo mis memoles.Significa que los convenios que firmamos con tales países, las exportaciones entre sí, no pagan aranceles aduaneros, entran libremente.
Previamente se firman unos “Memorandos de Entendimiento Técnicos”, en los que constan en detalle los procedimientos a seguir y las regulaciones de los productos que se exportan, relacionados sobre todo con la higiene, la calidad y los procedimientos empleados para su producción.son muy rígidos, en algunos casos. Ecuador ya tuvo problemas con la exportación de camarón a China, por cuanto supuestamente la empresas exportadoras ecuatorianas, en sus envases habían virus transmisores del Covid 19, cuando más parecería que se contaminaron alla, con la manipulación del desembarque de las cajas de camarón. Tales empresas, así se lo demostraron y la suspensión de las exportaciones terminó.
A mi no me convencen del todo estas liberaciones, prefiero que el comercio internacional se maneje como siempre se ha manejado en el Ecuador, a través de empresas privadas ecuatorianas y extranjeras, directamente, fijándose el precio de los productos de exportación, en base del mercado internacional, como el que se ha venido por años manejando con las exportaciones de banano, donde es el exportador el que asume los riesgos del precio de los productos en el mercado internacional, quedándole al Estado ecuatoriano, el beneficio de los impuestos a la exportación, que van directamente a la caja fiscal, aún cuando el precio de sustentación mínima de la caja de banano, los regulan tripartitamente, los productores, los exportadores y los representantes del Estado ecuatoriano.
Cosa parecida se hace con el cacao, y con otras clases de frutas tropicales y serranas, al igual que las flores y la madera, la balsa, los lácteos y sus derivados, el azúcar y sus derivados, el café, etc. donde el Estado, vigila, e interviene cuando se producen determinados problemas internacionales con sus productos exportables, de acuerdo a las reglas internacionales del comercio exterior y la Organización mundial del Comercio (OMC) y la OPEP (Organización que regula el precio del barril de petróleo).
De cierta manera, el libre comercio, no admite los subsidios, pero esto no se cumple en el mercado internacional, por cuanto, son los grandes países los que subsidian a sus productores nacionales, para competir con los demás países y en el caso de las ex colonias inglesas, francesas y belgas, las subsidian, y en Alemania y otros países europeos, el precio lo fijan, vía remate.
En principio el Comercio Internacional, se realiza entre “países amigos”, que no siempre son amigos, son “no enemigos”, con los cuales comerciamos.No confío en las buenas intenciones de países dictatoriales, como la China Continental y comunista casa adentro y capitalista casa afuera, es en realidad un capitalismo de estado, con empresas comercializadoras que responden a los intereses del Estado, también conocidas como “mafias”.
Por fortuna existen las excepciones de productos, que no integran la canasta de productos libres de aranceles aduaneros, para proteger, por ej. En el caso del TLC, con China, próximo a firmarse, la agroindustria ecuatoriana, la chocolatera, la caramelera,la juguetera, la llantera, la aurífera, la de enlatados de pescado y de sardinas, la industria atunera y las ensambladora de vehículos, que podría no resistir una competencia tan abismal con determinados países más desarrollados que el nuestra.
La contraparte favorable se la vería desde el punto de vista de la transferencia de la tecnología de los países más avanzados a favor del Ecuador, aun cuando Ecuador, en los inicios de la ºbanca electrónica”, era exportador de tecnología. También se los ve como muy convenientes para desarrollar el turismo en el Ecuador y para mejorar o rebajar los índices delincuenciales, con el aporte común de métodos de disminución de la delincuencia organizada, que proviene del exterior. Lo estamos haciendo con Colombia, Perú, Israel y los EE.UU. .
Lo que sí es cierto, es que estos TLC, van a dar trabajo a la población ecuatoriana, sobre todo por el lado de la agricultura, que es la actividad productiva que más utiliza mano de obra y es más estable y permanente, aún cuando está en algo mecanizada, rebajando notablemente el desempleo.
El Ministerio del Exterior, se mueve duro y en los próximos tres meses, se firmara un TLC, con Costa Rica, a continuación con China, con Panamá, con Canadá y con Los EE.UU. (USA).
También podríamos suscribir TLC, colectivos, por ejemplo con la Unión Europea, como lo han hecho en Centroamérica entre ellos y los países del Cono Sur de Sudamérica, pero éstos se consideran más como uniones aduaneras, libres de impuestos fronterizos, pero habría que estudiarse,, cuán beneficioso sería para el Ecuador y establecer las reglas del juego, que nos beneficien como país menos desarrollado.
Bien por los TLC,. Me deja la impresión que les vamos a dar de comer a la tercera parte de la población mundial, a cambio de tecnología. Recuerdo que cuando los Israelitas estudiaron la Península de Santa Elena, para hacerla productiva, dijeron que sólo esta Península le podría dar de comer al mundo, que lo que necesitaba era riego y se construyeron la represas (El Azúcar) en ese sector de Santa Elena y esa tierra árida se convirtió en zona de gran producción agrícola, sobre todo para la siembra de la cebolla. También se hicieron algunas represas en el sur de la provincia de Manabí, que tuvieron buenos resultados respecto de la agricultura, aún cuando tuvieron problemas de corrupción y se demoraron mucho en hacerlas.
La recesión mundial y la inflación norteamericana, galopante, debería dar la oportunidad a los entendidos en mercados internacionales, finanzas y comercio exterior, para que en una especie de “Club Académico”, mantengan permanentemente con el Gobierno ecuatoriano, conversaciones directas, para monitorear sus efectos nocivos a nuestra economía nacional e internacional y optar por las flexibilidades, tanto en los temas financieros que regula el B.C.E como los laborales que regula el MM.del Trabajo y los gremios de trabajadores y la seguridad social, para beneficio de toda la población ecuatoriana, de manera especial las clases sociales más necesitadas.
Los efectos de los T.L.C., podrían ser beneficiosos, disminuirían la desocupación y,la delincuencia. Los emprendimientos aumentarían,, pero en un marco de cero tolerancia a la corrupción.
Los efectos positivos o negativos, los veremos a lo mejor, los próximos dos, tres. cuatro ó cinco años, dependiendo del país con el cual se firmen tales convenios y de la situación mundial, en el oriente europeo.
Vamos adelante con optimismo, “abramos las manos al mundo, pero no las piernas”, como lo dijo, hace muchos años,, un Alto Ejecutivo ecuatoriano, el Dr. Corcino Cárdenas, como Presidente Ejecutivo de la CAF.