A saber, como su mismo nombre lo indica, la minoría es un respetable grupo de ciudadanos pero que con sus votaciones no han captado una mayoría, por ende, ese grupo se debería considerar con un perdedor puro en cualquier tipo de contienda.
No por lo comentado en el párrafo anterior, nos desobligaremos de esas minorías y sus justas, en caso de serlas, aspiraciones serán pisoteadas y botadas a la basura por el simple hecho de no convertirse en una propuesta triunfadora.
Nuestra Constitución sabiamente da la legalidad a las minorías como es lo lógico y consecuente con el mundo en el cual vivimos, sin embargo temo que en muchos ámbitos, el poder de las minorías se ha constituido en un poder factico real y sus pretensiones ya rebasan el orden natural de las cosas.
Sin darle mas vueltas al asunto, me quiero referir específicamente a un segmento de la población nacional, que apenas excedería el 8% de habitantes del País, sin embargo quienes fungen de sus líderes creen que por ser minoría y estar amparados por eso pueden hacer lo que les da la gana, en detrimento de una gran mayoría que estamos absolutamente en contra de sus pretensiones.
El conglomerado al que el señor Iza dice representar, por supuesto que tiene sus derechos y debemos defenderlos, nadie puede eliminar eso, sería ilegal e inmoral hacerlo, pero a nombre de esos derechos, violentar los derechos de otros que queremos vivir en paz, ya es otro cantar. El señor Iza no tiene patente de corso para caotizar al Ecuador y generar millones de dólares en pérdidas a costo de todos quienes habitamos en este País.
Si pides respeto, respeta, pero en el Ecuador del señor Iza se ha hecho costumbre pedir que se respete al “indigenado”, irrespetándonos a todos y exigiéndonos como un vulgar “vacunador o gatillero” que se haga lo que él quiere o se sufrirá sus consecuencias, las cuales ya han sido visibles y palpables tanto en Quito como en Guayaquil y de lo cual, el “Señor” no ha dicho ni “Pío”.
El respeto a la voluntad popular es un derecho inalienable, de eso estoy totalmente en acuerdo, pero estar bajo el imperio de “El poder de la minoría”, es algo que sinceramente no puedo digerir, en el buen sentido de la palabra, en un País donde propugnamos velar por el Buen Vivir y el desarrollo sostenido de todos sus ciudadanos.