La constitución dictada en Montecristi año 2008, madre de perversos engendros como el CPCCS y otros, es eminentemente presidencialista, cuyo carácter fue la panacea para que el gobernante que la fraguó advirtiera la prepotente premisa que como jefe de estado era jefe de todas las funciones del estado. Premisa que nuestro actual mandatario no la ha contemplado pese a las circunstancias de inseguridad pública y caos político. Por el contrario, con la consulta del 5F pretendió sin éxito reformarla con unos cuantos parches, desoyendo las voces de respetables y distinguidos ecuatorianos que por diversos medios le advirtieron que lo conveniente era poner en vigencia la Constitución de 1998. Para ello, una sola pregunta al mandante. Pero él ni la oyó ni la consideró. Los resultados todos los sabemos.
Ante esta realidad, nuestro gobernante sin demora alguna, debe desarrollar de manera no urgente, urgentísima, un inteligente y ejecutable plan de gobierno para impedir que indígenas golpistas y otros cumplan sus protervos fines: derrocarlo.
Plan que por creadores debe tener no sus acólitos, sino un grupo de prestantes y distinguidos patriotas, que lo asesoren de modo inteligente en asuntos políticos, constitucionales y legales, para que con el carácter de políticas públicas contemple, incluso, la condición de “emergencias nacionales”, en el propósito superior de que todas las funciones del estado cumplan su rol con altruismo y visión de patria.
Bien podría entonces, contemplarse: 1. SEGURIDAD CIUDADANA: Con recursos legales y económicos suficientes fortalecer la unidad y accionar de las fuerzas armadas y policiales para en conjunto desterrar las fuerzas del mal como el narcotráfico y delitos conexos que están desnaturalizando los sentimientos y conductas de nuestra sociedad; 2. INVERSIÓN Y EMPLEO: Crear para mañana mismo miles y miles de plazas de trabajo, tanto en el sector público como en el privado. En el público abriendo las puertas a la inversión extranjera para la ejecución de grandes y prioritarias obras; y en el privado reduciendo la carga tributaria, además de eliminar la tramitología asfixiante de toda iniciativa. Para ambos sectores con garantías de seguridad jurídica. 3. EDUCACIÓN Y CULTURA: Desarrollar de manera agresiva la educación y cultura de nuestro pueblo. Debe ya, y no mañana, luchar para que nuestra sociedad sea el conjunto de ciudadanos llenos de valores y principios cívicos, éticos y morales.
Como existe amenaza de paro nacional por parte de indígenas y otros antipatrias, es urgente que tanto las fuerzas armadas y policiales a través de sus departamentos de inteligencia trabajen arduamente para que las acciones golpistas sean liquidadas como el pavo, la víspera de Navidad
No es tarde, señor Presidente.