Los detalles eran mínimos al momento de entablar la conversación. Monotonía pura al observar la ambigüedad de los actos acontecidos. Una dama ferviente de amor, un caballero en búsqueda del hombre. Cuestiones que te ponen a pensar al describir lo que leemos ¿En búsqueda del hombre o de la mujer? o ¿En búsqueda del ser humano? quizás ahí podemos abarcar a toda especie que consideremos con la capacidad de poder razonar.
La idea final no es herir huellas, más bien acercarse con delicadeza a leer las estructuras firmadas por las decisiones. No es mi idea filosofar, ni entrar en interrogantes que logren una narrativa de un “ser humano” ilustrado. “Las letras de la intelectualidad caen como gotas de inspiración de todos los iluminados” narraba aquel que no lograba conexión. Más bien, la idea es lograr conectar ese silencio, que luego se une al pensamiento, que luego se vuelve amigo en los episodios donde más nos sentimos solos, aunque estemos en compañía.
Quizás este inicio, dónde prima la responsabilidad (el escribir), puede llegar a ser la apertura a la amplitud de mi conocimiento. Lo más probable, es que use esta herramienta como método de egoísmo, para cada día intentar saber más, comunicar mejor y al final del día, lograr caminar por el campo de los escritores.
Muy bueno