La buena imagen institucional, no se compra, se la gana con el buen servicio al cliente.
Hacia los años 80 del siglo XX, la banca privada ecuatoriana, pasaba por una situación difícil. Eran años de iliquidez, los créditos en sucres eran escasos, las Líneas de Crédito del exterior, en dólares, (estábamos en sucres), provenientes de los petrodólares árabes, a traves de los bancos ingleses y norteamericanos, eran factibles, pero caros (intereses altos) y de corto plazo.
Habían otros problemas estructurales, propios de aquella época bancaria.
La Asociación de Bancos Privados del Ecuador, (ABPE), se preocupó del tema y consideró que para mejorar su imagen ante los clientes, deberían hacer una campaña publicitaria y solicitaron un presupuesto, previa a su contratación. Los valores, serían absorbidos por los bancos, grandes, medianos y pequeños de manera proporcional, por el lapso de seis meses.
Se encontraba dirigiendo la ABPE, el Ing. Joaquin Martinez Amador. En una sesión de Asamblea General de los bancos privados, les dijo a sus congéneres (no textual): “Mejorar la imagen de la banca, no es posible, la banca tiene una mala imagen desde la Edad Media, cuando los primeros prestamista surgieron y cobraban exagerados intereses, que no podían cumplirse y cuando esto ocurría, las consecuencias del no pago eran terribles, para los deudores morosos”.
“Mejor sería ahorrarnos ese dinero y dar un mejor servicio a los clientes, informar mejor a los clientes, sobre los productos bancarios de los que disponen y disminuir sus intereses, en los créditos de consumo y en las tarjetas de crédito” Así se resolvió el asunto y no se gastó en la campaña de imagen.
En la actualidad con las redes sociales, los bancos y las empresas y sobre todo las del sector público, podrían seguir los inteligentes consejos del Ing. martinez y mejorar su imagen, ante sus usuarios, en el caso del IESS ante sus afiliados.
Son los propios afiliados, los que a través de entrevistas televisivas dan las mismas soluciones, que se dijeron en dicha ocasión hace más de 40 años.
El IESS, no puede desperdiciar o emplear casi un millón de dólares, para mejorar su imagen. Con ese millón de dólares puede hacer maravillas casa adentro: eficiencia, información oportuna, compra de medicamentos, atención al paciente contratación médica y de personal médico si lo requiere, y así, disminuir los plazos de las operaciones quirúrgicas, que quienes sufren de determinadas enfermedades catastróficas o no, y no pueden esperar una año para realizarlas, etc.
Hoy, a través de las redes sociales y otros medios electrónicos, bien puede informar a sus afiliados y enfermos, las razones y falencias que tiene el IESS, con la certeza de que tales problemas serán de corto tiempo. Eliminar sobre todo, la CORRUPCIÓN, QUE HA SIDO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, EL CÁNCER INSTITUCIONAL…Y EL CÁNCER TIENE CURA.
SI ASÍ PROCEDE , LA IMAGEN INSTITUCIONAL IRÁ MEJORANDO PAULATINAMENTE. Y no será necesario una nueva Revolución Marcista, para mejorar el IESS.