Don Simón Cañarte Barbero, fue el primer ecuatoriano en traer las gabarras a la ciudad de Guayaquil, para el cruce vehicular de los vehículos que llegaban a Durán para traerlos hasta Guayaquil y viceversa, (llevarlos a Durán).
Anteriormente los vehículos llegaban hasta Durán y los pasajeros cruzaban el río Guayas hasta Guayaquil, en lanchas a motor y los pasajeros del FF.CC., en el famoso barquito “Galápagos”, lento, pero seguro.
Don Simón, hizo fortuna con este negocio, hasta que se construyó el Puente sobre los ríos Daule y Babahoyo. Fin del negocio. Traigo a colación este tema, por cuanto por noticias de diario y de la televisión, me enteré, pocos días atrás, que se hundió una gabarra en el sur del río Guayas.
Su hijo pasa por ahí, muy de vez en cuando y cuando ve me, pasa a saludarme y conversamos, mientras su esposa compra algo rápido en el supermercado o quizás, tiempo para su celular. Sobre el naufragio de la gabarra me indicó, posiblemente estaba mal estibada la carga, se ladeó y se hundió.
Recuerdo en aquellos tiempos de la gabarra, el jefe de la gabarra, dirigía la operación de ingreso de los vehículo, Los camiones de carga primero, luego los buses de pasajeros, luego los vehículos livianos, de tal suerte “estibados”, que jamás paso un accidente de esa naturaleza.
Luego le pregunté, cual era su opinión, ¿sobre la derrota electoral de la Alcaldesa de Guayaquil, que no logró su reelección?, me contestó, “si un burro hubiera sido candidato, ganaba el burro” y se despidió.
Recuerdo que hacia los años 70 del siglo pasado, en el Brasil, algún partido político, candidatizó, a la Presidencia de la República, a un burro. Le hacían las Asambleas, llenas de simpatizantes, pero el burro, sólo rebuznaba, nadie le entendía y perdía las elecciones. (es auténtico, los jóvenes no conocen esta historia verdadera)
En el Ecuador, gracias a Dios, nunca se ha candidatizado un burro a la presidencia de la República, pero sí a la Asamblea General y algunos ganaron las elecciones y cuentan con un grupo mayoritario. Por tal razón el país está como está, porque en el Parlamento ecuatoriano, tiene mayoría, los burros, sobre todo en materia constitucional.
Asi los llamó un constitucionalista, los consideró “burros constitucionales” En el argot popular, cuando alguien expresa un absurdo, o un disparate, alguien le dice, oye, “que burro que eres”.
El pueblo equipara al ignorante con el burro, desde los tiempos de los abuelos, ¿porqué?, no lo se, pero por algo ha de ser.
Parecería que el pueblo tiene razón, los actuales legisladores de mayoría, con la cantaleta del “Juicio Político”, están quedando como verdaderos burros. Se equivocan, en los artículos que les sirven de base, se equivocan en los causales, en los que sustentan sus dichos, se equivocan en los procedimientos, en fin, estan demostrando al país, la gran calidad de burros que son y la gran cantidad de burros, que “nos representan” a los ecuatorianos.
No conformes con sus burradas, están alegando una nueva: “declarar loco al Presidente Lasso”. Declaratoria que ha molestado mucho al Ab. Abdalá, por cuanto él considera con mucho orgullo, que el único presidente loco que ha tenido el país, es él, por tales razones, pintó las paredes de la ciudad de Guayaquil, durante una de sus campañas políticas con el eslogan de “El Loco que ama”.
Por ello un grupo, de congresistas de ese Congreso Nacional lo declaró “incapaz mental”, por cuanto un loco, no puede gobernar un país.
Alguna vez Bolívar dijo: “Han habido tres locos en el mundo; Jesucristo, Napoleón y yo”, pero claro, el Loco que ama, no le llega a ninguno de los tres, ni a los talones
Esta fábula de los “locos”, alguna vez, estará descrita, en algún libro de Historia, de los Presidentes del Ecuador, en el período comprendido entre los años 2.005 al 2.021, con algunas excepciones, por cierto, no me gusta generalizar.
Recordar la Historia, es siempre bueno. Quien no la conoce, podría repetirla.