Los expertos en sismología política, han detectado un nuevo sismo en el Ecuador. Está localizado en la ciudad de Quito y el epicentro se la ha detectado en el Edificio de La Asamblea Nacional (A.N.), en la Planta Baja.
Su intensidad es leve y superficial, pero es un sismo raro. Empezó trepidatorio y continuó oscilatorio. De 5 grados de potencia partidista, pero sin mayores efectos destructivos, como para causar un terremoto político.
Ningún edificio de la ciudad de Quito, se ha rajado o caído. El Palacio de Carondelet, no tiene ni la mínima rajadura, esta intacto. No hay un sólo muerto y ni un sólo herido, pero su anuncio si causo temor en la población y la furia de ciertos golpistas, que pretenden aprovechar el sismo político para sembrar el caos o al menos un nuevo “estallido” que aumente la zozobra y el temor ciudadano.
Por suerte el país cuenta con un Organismo experto en sismología política, que determinará la fuerza trepidatoria y oscilatoria de los movimientos sismo partidistas, que lo han anunciado. Por lo pronto parece ser que el edificio de Carondelet, ha sido construído con las especificaciones técnicas que requiere una buena construcción, que a lo mucho, sólo requerirá una buena “pintadita”, por cuanto está un poco descolorido por las intensas lluvias de rumores que están circulando los Hackers de la política ecuatoriana.
Con seguridad el edificio, quedará como nuevo. Ya el pintor del Gobierno del Presidente Lasso, ha empezado su trabajo, con brocha gorda en mano y logrará su cometido.
El edificio de Carondelet, quedará mas reluciente que el de la A.N., edificio que se lo vé muy deteriorado, por las fuertes lluvias de rumores que surgen desde el exterior, por las redes y cables telefónicos que se concentran en los postes, de los tumbadores de Gobiernos democráticos.
Esa sería a mi entender, el resultado del exámen sismológico político, del Organismo pertinente, que terminará con los malos sismógrafos de la Asamblea Nacional, que son bastante inexactos en sus apreciaciones sísmicas, al interior de la A.N.
Bien por la democracia y bien por el cumplimiento de la decisión popular de las elecciones pasadas.