Bien, empecemos desde el principio. La costa – antes de la pandemia – la teníamos en un concepto de vacacionar y por corto tiempo. Era un espacio que lo destinábamos únicamente para los fines de semana y la temporada de invierno (De enero a abril). Después, de junio a agosto para la sierra y así sucesivamente. Una realidad, es que las costas no prestaban con todas las necesidades para permanecer por largo tiempo, por ende, aquellos lugares no tenían ni el diseño ni la decoración adecuada. Volviéndose así, un lugar para la acumulación de todo lo que les sobraba de sus casas de la ciudad y en ese ambiente se iban de vacaciones.
Con la cuarentena, todos anhelábamos un respiro, escuchar las olas del mar y algo diferente. En ese momento fue cuando empezamos a ver nuestra casa de vacaciones desde una perspectiva diferente. De hecho, hubo una fotografía icónica de salinas que circuló por los medios y nos llevo a imaginarnos ahí… En ese sol de 35 grados, pero con el mar, el sol, un heladito de coco y echar sillas en la arena.
Debido al teletrabajo, muchos decidieron pasar la pandemia en su casa/ departamento de vacaciones. Siendo esto una modalidad que ya existía en muchos países, pero para nosotros fue un periodo de gran adaptación. Y esto fue un despertar para estos sectores que ahora con inicios de los encierros contaban con una demanda mayor. A raíz de ello se mejoraron mucho los servicios como el internet, el acceso a domicilios, actividades de recreación entre otros.
Hoy en día, después de la pandemia y de largas estadías en la playa, podemos gozar de estas mejorías dando ese salto gigantesco de modernización que necesitábamos. Y ese fue el empuje para decir: “No más, esto debe cambiar… quiero permanecer más tiempo y disfrutar más mi casa de vacaciones”. Ya no se limitaba en un momento del año, ya se convirtió en un momento de la semana. Y así, con el pasar del tiempo y de reconocer el privilegio que es tener tan cerca la playa fue donde entré yo. Una decoradora transformadora de espacios y creadora del ambiente playero que se necesita para tener ese respiro de sol, mar y arena.
Así comenzó mi historia…