Se ha ido quien pidió que lo recuerdan como “buena gente – buena nota”. Que ideó y edificó una de las mejores universidades de Sudamérica a la que vienen a estudiar de otros países. El mote de elitista y pelucona es opacado “con su excelencia e innovación en la educación”.
Su nombre hace honor a San Francisco de Quito. Físico Nuclear que, dio una fusión-energética a la enseñanza y futuro de los jóvenes y el país. Fue un poco polémico, tuve el gusto de conocerlo a inicios de los 80, fue simpatizante de la cultura de la India, cuna de la espiritualidad del mundo. Mi familia fue una de las pioneras con la comida vegetariana en Quito con La Cabaña en La Mariscal. Santiago y su familia eran clientes y amigos.
“The Beatles”, también valoraban la filosofía de la India, varios de sus temas con tips de su cultura y revolucionaron la música para el mundo: “Imagina… que no hay países, que no hay religión y todo el mundo viviendo en paz”. Trascendiendo las fronteras físicas, políticas y religiosas con el lenguaje de Dios Padre: “El Amor”. El maestro Sawan Singh señaló que el amado Jesús visitó el Tíbet y la India y, Benedicto XVI aseguró que fue vegetariano, los grandes seres han practicado una dieta sencilla de respeto a la vida. Santiago propuso una asociación para emprender en la alimentación vegetariana por la calidad de nuestra comida donde mi madre Elvita Rueda era la clave. Por ejemplo, con la hamburguesa vegetariana. Mi hermano mayor salió del país y no cristalizó la sociedad. Conociendo la visión de Santiago, podría haber sido el McDonal´s Vegetariano del Ecuador para el mundo. La vida es la sagrada oportunidad para servir y trascender al Padre y, Santiago ha sido semilla para él y la Creación de Dios.