24 noviembre, 2024

¿Una democracia saludable?

Una democracia no puede existir sin una sociedad civil libre. La sociedad civil no podría vivir en una democracia fallida.

Cuando se habla de democracia se hace referencia directamente a aquel tipo de sistema político donde el poder es del pueblo, donde es la población quien elige a quienes los representan políticamente.

A la sociedad civil se la puede definir como el conjunto de organizaciones y de grupos de personas que realizan actividades por causas puntuales sin fines de lucro. A esta también se la conoce como “el tercer sector” y los grupos que la conforman son autónomos, sostenibles económicamente y tienen sus formas de operar. Cabe recalcar que, aunque su fin no es lucrar, si están en la facultad de realizar actividades enfocadas en recaudar fondos para poder operar.

En las democracias saludables, la sociedad civil suele tener incidencia en la agenda política. Las Organizaciones del Tercer Sector abogan por los derechos de las personas y exigen transparencia a quienes ocupan escaños políticos. Hay quienes afirman que las Organizaciones No Gubernamentales llegan donde el Gobierno no llega, cubriendo las necesidades de ciertas comunidades.

Para que una sociedad civil pueda ser activa y pueda realizar sus acciones, debe funcionar en un contexto libre, donde el gobierno no reprima a quienes ejercen las labores dentro de una ONG, por lo tanto, es imprescindible que se encuentren en sociedades que sean democráticas. En países donde los gobernantes difunden el miedo y el terror a quienes ejecutan este tipo de actividades, es menos probable que los grupos de la sociedad civil puedan actuar.

En una dictadura las libertades, sobre todo la libertad de expresión y la libertad de asociación, están prohibidas, por lo que las organizaciones del tercer sector están prohibidas o tienen muy poco campo para operar de manera libre. Una sociedad civil activa es una amenaza directa a un gobierno autoritario.

Por otro lado, hay dos preguntas que surgen de estas ideas: ¿Todas las organizaciones sin fines de lucro aportan a las democracias? ¿No han existido grupos del tercer sector en contextos dictatoriales?

Es relevante destacar que, en teoría, las Organizaciones Sin Fines de Lucro se crean con un objetivo de bien común. Sin embargo, es una realidad que han existido ONGs que no han dado buenas contribuciones a la sociedad, como por ejemplo, aquellas que promueven el odio y la violencia, las que están relacionadas con el terrorismo, las que usan sus recursos con otros fines, es decir, que no cumplen con su objetivo para el cual han sido creado.

En cuanto a la sociedad civil en contextos autoritarios, está comprobado que es muy complicado que puedan existir, pero es cierto que en el mundo hay organizaciones que día a día se desempeñan en lugares con gobiernos de este tipo para ayudar a las víctimas de estos regímenes. Algunas de estas ONGs son: Amnistía Internacional, International Federation for Human Rights, Reporteros Sin Fronteras, Human Rights Watch, International Crisis Group. “La asociación libre de los ciudadanos podría reemplazar entonces al poder individual de los nobles, y el Estado se hallaría cubierto contra la tiranía y contra el libertinaje.” (Tocqueville, “La Democracia en América”).

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