21 noviembre, 2024

La Sra. Ministra de educación: ¿Volvió a equivocarse?

Leí con sorpresa, en los diarios guayaquileños, que la sra. Ministra de Educación ha autorizado el inicio de clases del sector Sierra, de MANERA PRESENCIAL, en el 100% de todas las escuelas y colegios.

No se si la Sra. Ministra, no lee los periódicos que se publican en el país o no tiene contacto con sus colegas Ministros y organismos de salud y toma las medidas, en el área educativa, ¿de acuerdo con su particular criterio?

Posiblemente el tema de la reconstrucción de algunas escuelas y colegios se haya superado y en otros de menor intervención en ellas, con las MINGAS de Padres de Familia, profesores y conserjes. Quienes han tomado la tarea de mejorarlas, pintando sus aulas en el interior de ellas, así como en los exteriores de las mismas, rozar la maleza y reparar ciertas instalaciones básicas para comodidad y bienestar de los educandos y de su seguridad, asi como la colación de niños y jóvenes, que en ocasiones llegan a sus establecimientos educativos sin desayunar…

Pero el tema, de las clases presenciales, va más allá de las obras de infraestructura, es también un tema de salud, por las nuevas variantes de determinados virus, que atacan de manera especial a los niños menores edad y el virus de las variantes del Covid 19, que aún contagian a las personas de cualquier edad.

No encuentro una razón suficiente para no haber establecido la educación virtual, que es un derecho de quienes estudian y deberán decidirlos los padres de los niños y de los jóvenes de mayor edad. En caso de ser necesario usar esta metodología de la enseñanza moderna.

El Presidente Lasso, está de salida y en este corto lapso, que es el más complejo para todos los Presidentes, por cuanto sus Ministros, toman en ocasiones medidas extrañas, incluso innecesarias, como por ejemplo, la Importación de arroz desde Colombia, cuando los agricultores del arroz, se preparan para la cosecha de la gramínea.

El Presidente Lasso, en este tiempo perentorio, hasta que se proclamen los candidatos triunfadores de la primera vuelta electoral, que bien podría ser a finales de agosto, tendrá que dedicarle más tiempo a las decisiones que tomen sus Ministros Secretarios de Estado, hasta Noviembre. Por cuanto los señores candidatos triunfadores, en la primera vuelta, podrían pretender también opinar, sobre los problemas del país, ya que esos problemas son los que tendrán que lidiar en en su presidencia.

El Presidente Lasso tendrá que manejarse con mucho tino y mucha diplomacia, con los pardos y tiendas políticas. Sobre todo con tales primeros triunfadores, que ya se siente, cada cual, el próximo Presidente del Ecuador, frente a las posibles buenas intensiones de aquellos que equivocadamente procedan, en estos próximos cinco meses.

Al parecer justificada renuncia del Sr. Ministro de la Producción, por asuntos familiares, deja un vacío nada fácil de llenar, quien sabe si en el fondo no estuvo de acuerdo con su colega de agricultura y la importación de arroz, cuando las dos únicas provincias del país, que lo producen son Los Ríos y Guayas.
Mucho OJO y mucho tino Presidente Lasso. Es usted el que manda y no sus Ministros de Estado.

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He llegado a la conclusión de que no podríamos vivir, cualquiera que fuere nuestra edad , sin cuentos y sin juegos. Vibraba mi espíritu al escuchar en la escuela la heroicidad de Abdón Calderón , quien, sin brazos, aferraba con sus dientes nuestra bandera en el fragor de la batalla final del Pichincha. Juraba repetir su ejemplo si esas mismas circunstancias se me presentaban.

Luego comencé a distinguir entre la realidad y la posibilidad de las cosas y, ya en mi adolescencia, vislumbré que en el país existía una especie de hemiplejia intelectual de la que se aprovechaban políticos e historiadores. Comprendí, incluso, que la historia no había sido narrada – peor interpretada – con sobriedad y aseo mental y que la fantasía había primado sobre la verdad y trascendencia de los hechos. Con el pasar del tiempo, alteré mi particular diagnóstico: la distorsión de la historia no obedecía sólo a razones intelectuales sino principalmente éticas. Respondía a intereses regionales, a las subjetividades y ópticas de sus relatores.

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