¿Implosión o explosión moral?

Para muchos, está totalmente claro la ejecución de la AGENDA 2030 en el planeta; esto es, como tenebroso brazo ejecutor del Nuevo Orden Mundial. Para otros, aquello resulta irónicamente ser un tema de poca importancia, o un tema en la “mente cursi” de unos cuantos locos alarmistas; como algunos así nos llaman.

Pertenezco a la generación juvenil de los años 60ta, la misma psicodélica generación de Woodstock, los hippies, el exagerado consumo de marihuana y el LSD, la guerra de Vietnam, etc, en cuya época y para entonces se practicaban ciertos desenfrenos sexuales pero, eso sí, dentro del concepto carnal MACHO – HEMBRA. Recuerdo aquellas frases callejeras de moda: “Haz el amor y no la guerra”.

Bajo tales circunstancias, muy poco se hablaba de parafilias como la pederastia; y no es que seguramente dichas aberraciones eran prácticas sexuales poco comunes, sino que; sin temor a equivocarme, puedo sostener que la moral ciudadana, los principios y valores de cada individuo y el estilo de vida de la época, eran diferentes. Claro está, fue una vida sin la contaminación producida por la actual tecnología (Internet, red telefónica móvil, plataformas informativas, etc), dentro de las cuales hoy por hoy las noticias se desplazan con una velocidad asombrosa.

De acuerdo a censos realizados en el 2023 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se calcula en la actualidad una población aproximada de 8.000 millones de personas, por lo que de ese total mundial, 2.500 millones son niños o niñas; es decir, personas de 0 a 14 años de edad, lo cual constituye aproximadamente un 31% de dicha masa humana. La India, China y Nigeria son los países con más población de niños en el mundo. México ocupa el doceavo lugar a nivel mundial.

Dentro de este contexto, en plena practica vil desde hace algunos años, y en función de los oscuros y tenebrosos planes de las élites por el control poblacional; padres y madres de la referida agenda 2030, en cuyas entrañas se parapetan como “paradigmas de derechos”: Los abortos, la ideología de género, los matrimonios igualitarios, las prácticas transexuales, los super productivos negocios relacionados con el tráfico humano de niños, el tráfico de órganos (principalmente de bebes), así como el consumo de su sangre y de su carne, bajo el objetivo de rejuvenecer sus cuerpos y/o a través de ritos satánicos, por lo que con aquello han logrado entonces el nacimiento de un mundo extremadamente aterrador.

El 4 de julio del presente (fecha de la independencia de Estados Unidos), se acaba de estrenar en dicho país una emblemática película, resumiendo hechos de la vida real, titulada SOUND OF FREEDOM (Sonidos de libertad), dejándonos un hermoso mensaje: “LOS NIÑOS DE DIOS NO ESTAN A LA VENTA”, misma que precisamente señala el punto exacto de la pérdida de los valores de la especie humana, y digo “especie humana”, porque soy un total convencido de que los animales, como especie de seres vivientes, hace rato nos superan en sentimientos y principios en relación a cada uno de sus semejantes. 

De acuerdo a recientes estadísticas, en la actualidad esta es una actividad criminal igual de billonaria que los delitos del narco tráfico, por lo que se ha llegado a concluir que el tráfico de niños y venta de sus órganos, muy pronto superará a las mafias de los referidos delitos de narco tráfico. 

Sea que la humanidad haya implosionado o explosionado moralmente, tan solo basta con entender que los lúgubres y aberrantes propósitos de quienes satisfacen sus bajos instintos y lucran económicamente de estos crímenes, son apenas minúsculos insectos que someten a la esclavitud sexual y física a seres inocentes, desechándolos acorde sus circunstancias, degradándolos al máximo nivel de desgracia. Claro está…!!!!!! a los que hay combatirlos sin piedad alguna.

“Que resulta ser más malo…La maldad de los malos…O el silencio de los buenos…” 

¿Y tú…de qué lado de la historia quieres estar…?