Maquillan sus oscuras intenciones, ejemplo: “revolución ciudadana de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”. ¿Dizque participación libre y autoridades sin corrupción? Y persiguieron a quienes piensan distinto, impusieron Ley Mordaza y hay impunidad y saqueo nunca visto desde 1830.
Y la U. de Bienestar Animal con el registro de mascotas dice que, “no habrá más perros y gatos en las calles”. Y será todo lo contrario, los quiteños no acogerán animalitos abandonados o en adopción ante el control con multa de $450, ¿por no registrar un hámster? ¿Ilegal e inconsulta ordenanza que, no respeta el derecho a la privacidad y economía familiar? Pueden normar en lo público. “Es claro que, es un control a los barrios de clase media y alta”.
En los sectores periféricos tienen varios perros para su protección «sueltos en la calle» y no los registrarán. Tienen para su alimentación y comercio cuyes y gallinas, no pagarán la multa y es imposible su registro y control. “¿Saben que, el problema no son los de casa sino los de la calle”? Los gatos no están sueltos, andan de casa en casa, encerrarlos sería un crimen.
A los ciudadanos los acosan y gravan altas multas. ¿Pero a la delincuencia mano y sanciones suaves? Para los animalitos abandonados deben crear albergues y esterilizarlos para ofrecerlos a las familias. ¿O los sacrificarán? Mientras hay problemas graves en Quito: el funcionamiento del Metro impuesto que, consumió millones para soluciones de barrios sin agua y alcantarillado, quebradas abandonadas con peligro inminente, seguridad ante la delincuencia y vacunadores violentos que hacen que se cierren negocios y no se vuelvan a abrir, permisos engorrosos y multas altas para emprendimientos y negocios, abandono total del Centro Histórico, prostitución, mendigos y migrantes que viven en las calles, varios en los semáforos no son limpiadores de vidrios sino asaltantes; pésimo transporte, falta de UPCs, volcanes en calles y avenidas, basura en calles y parques abandonados donde niños, jóvenes y adultos no pueden hacer deporte y caminar; deforestación e invasión del Bosque Protector de la ciudad, valles y P. Metropolitano; sanción a las personas que no recogen los popos de los perros en veredas y parques, etc. Cuatro administraciones regresivas (¿viene la quinta?): Barrera, Rodas (el mejor comensal de Carondelet), Yunda y Guarderas.