A través de numerosas experiencias y estudios sistemáticos, he llegado a la conclusión de que el enojo surge en nuestro cuerpo debido a la ignorancia que tenemos sobre las demás personas. En otras palabras, nadie se enoja directamente con otro individuo, sino con las acciones que este promueve.
Esta idea remonta a la filosofía de Rousseau, quien sostiene que el ser humano es bueno por naturaleza y que es la sociedad la que lo corrompe. Al principio, todos estamos libres de las condiciones atroces y vulgares que, poco a poco, degradan nuestro entorno.
Es común ver reacciones similares ante faltas de respeto, incompetencia u otros sucesos que alteran el orden pacífico entre los conciudadanos. Las relaciones sociales deben basarse en el respeto, pero esto carecería de sentido sin una empatía lo suficientemente amplia como para comprender que la mayoría estamos heridos y lastimados por las circunstancias de la vida, más que por otros seres humanos.
Con esto tenemos que al salir a la calle nos encontramos con la metáfora de un jardín de bebés que a causa de estropeos han terminado comportándose de las formas que comúnmente conocemos; violencia intrafamiliar, riñas de todo tipo y, lamentablemente, agresiones verbales.
Manejar nuestro temperamento es tan importante como respirar. Un individuo sin dominio de sí mismo se convierte en una marioneta de sus emociones. Promover un ambiente ligero y cordial en situaciones tensas y perturbadoras es el mecanismo para transmitir comprensión y simpatía.
Recordemos siempre que todos somos niños en cuerpos de adultos.
GRACIAS POR ESTE REFLEXIVO ARTÍCULO QUE NOS LLEVA HACIA UN RAZONAMIENTO TAN NECESARIO EN NUESTRO CAMINAR POR LA VIDA.
ME ENCANTARÍA COMPARTIRLO PORQUE PIENSO QUE ES UNA NECESIDAD TRAER A NUESTRA MENTE UNA VERDAD DE LA VIDA.
TENGO UNA PÁGINA WEB COMO PRESIDENTE FUNDADORA DE LA ORGANIZACIÓN CULTURAL UNIDOS POR EL ARTE. NUESTRA PÁGINA WEB ES INTERNACIONAL SU NOMBRE ES LA INSPIRACIÓN CRUZANDO FRONTERAS. UNA DE SUS SECCIONES TIENE EL TITULO DE REFLEXIONES.
SOLO CON SU AUTORIZACIÓN ESTE ARTÍCULO SERÁ EXPUESTO.
GRACIAS,
CONSUELO SÁNCHEZ MAZZINI