Luego de la cuasi caída de Lenin en la toma de Quito por parte indígena, al humillado presidente no le quedó otra cosa que entregar las posaderas y conformar unas mesas de negociación donde le sacaron la extremaunción.
Ocurrida idea que también se le vino a la cabeza a Lasso con la primera crisis carcelaria. Anunció formar una mesa de dialogo con los presos pertenecientes a pandillas, la iglesia católica y miembros de su gobierno. Algún intruso en su entorno con dos reales de cerebro, le habrá advertido de su bobada y nunca volvió a decirlo.
Lasso nos ha prometido en 12 ocasiones poner orden en las cárceles, cueste lo que cueste, llegar hasta las últimas consecuencias, actuar caiga quien caiga, porque la ley es la ley, a cortar cabezas, que devuelvan lo robado y todas esas ingeniosas frases incumplidas de políticos mentirosos. Ninguno de sus ofrecimiento han servido para un cara de ajo.
Desde el 23 de febrero de 2021, Ecuador ha sufrido once masacres carcelarias con 412 víctimas en seis prisiones.
Como será de incompetente este gobierno, que no puede controlar una sola cárcel. Si diez mil metros cuadrados se le van de las manos, ¿cómo no el país? Lasso nombró al sexto titular del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) que sin duda será otro vergonzoso fracaso. Solo un tonto aceptaría ese encargo. La razón es sencilla, si usted en tres años va por el sexto nombramiento para un cargo público sin atinar ninguno, es porque tiene muy mala puntería, escoge mal o el problema no está en las sabanas.
Todo el SNAI sufre una resbaladiza podredumbre, igual a la justicia, no importa quién la dirija, la corrupción está en todo ese órgano putrefacto, desde el conserje, los mandos medios y las cabezas. Son mafias cuidando mafias igual a la justicia, mafias vendiendo sentencias. La solución es que se vayan todos.
Que las bandas den ruedas de prensa desde las cárceles es aberrante, la existencia de un zoologico, cria de patos, perros, aves de corral, cuyes, gallos de pelea, internet de alta velocidad, radios de la policía, armas, granadas, drogas y teléfonos, no es de la última requisa, es de siempre y seguirá así hasta que nombremos un buen presidente que ponga coto a todo eso.
Las cárceles son un estado dentro de otro estado, de ahí proviene la inseguridad ciudadana, las ordenes de secuestro, los asesinatos, terrorismo y robos, no haberlas controlado en tres años es el mayor perjuicio hecho al país.
Quien redactó el decreto ejecutivo # 841 con ocasión del lamentable asesinato de Villavicencio, hace quedar como tonto e inepto a Lasso al narrar una serie pavorosa de hechos violentos suscitados tan solo desde el 15 de mayo 2023 insinuando que el país se le fue de las manos.
De lo cual todos estamos conscientes.