21 noviembre, 2024

Apocalipsis ahora

6 de agosto de 1875: A unos días de iniciar el que hubiese sido su tercer periodo presidencial, el presidente Gabriel García Moreno fue asesinado en Quito en los exteriores de Carondelet, por un grupo de opositores liderados por Faustino Lemus Rayo quien; de manera violenta, lo atacó con un machete. García Moreno murió a consecuencia de las heridas causadas por Rayo, en el cráneo y los disparos a quemarropa de los revólveres de sus tres acompañantes conspiradores. 

28 de enero de 1912: Se suscitó uno de los hechos más sangrientos de la historia ecuatoriana y latinoamericana. Asesinaron cruelmente al ex Presidente, General Eloy Alfaro Delgado junto a 5 presos políticos, luego de arrastrarlos y quemarlos en el Ejido. Entre los asesinados se encontraban sus hermanos, Medardo y Flavio Alfaro, Ulpiano Páez, Manuel Serrano y el periodista Luciano Coral.

9 de agosto de 2023: El candidato a la presidencia de la República, Lcdo. Fernando Villavicencio Valencia, minutos después de haber concluido una jornada política de campaña, fue cruelmente asesinado por parte de 7 sicarios de nacionalidad colombiana con 3 tiros en la cabeza al interior de un vehículo que lo esperaba para su traslado en los exteriores del coliseo del colegio Anderson de la capital. Uno de los 7 criminales murió a causa de uno o varios disparos a su cuerpo por parte de la policía nacional 

Los crímenes a los expresidentes García Moreno y Alfaro Delgado, únicos en nuestra historia republicana, fueron perpetrados con una diferencia aproximada de 4 siglos, cuyos eventos; según los análisis históricos de los mismos, corresponden a hechos generados por intereses políticos y personales.

Por lo que, luego de esos 2 únicos magnicidios (García Moreno, Alfaro), el país no había experimentado una grave situación que termine enlutando a cada ecuatoriano, pues la sangre derramada por la víctima, esto es Fernando Villavicencio, y según lo que hasta aquí se conoce, el reciente magnicidio se debe a otro tipo de circunstancias; nada comparables con los anteriores atentados.

Soy un fiel adepto a entender y procesar los diferentes niveles ideológicos y la pasión que aquello desborda. Soy de quienes cree que un verdadero político no tiene enemigos…tiene rivales. 

De igual manera, soy un fiel convencido de que en cada ser humano se esconde un político, así como soy un fiel convencido de que la política; no es sino el arte de servir a los demás, aunque sin perjuicio de aquello, respeto profundamente a quien piense de manera diferente.

De ahí pues qué; por querer arrogarse tales facultades, y en nombre de la política se corrompa y/o se transgredan los principios inmersos en ella y en beneficio propio, y hasta se contaminen las doctrinas a través de actividades al margen de la ley; entonces y solo entonces si estamos hablando de que es mejor meditar profundamente antes de dar un paso que; al final, puede resultar mortalmente equivocado.

Los móviles que han conllevado al cruel asesinato de Fernando Villavicencio, y según lo que hasta aquí se conoce, son un clarísimo indicativo de la incesante depredación del ser humano, ejecutada reiterativamente por una parte de sujetos de nuestra sociedad, dedicada a la comisión de ilícitos. 

Hemos llegado a niveles jamás imaginados, se están viviendo tiempos apocalípticos. Se han convertido las prisiones en salas de juzgamiento. Se acaba o se prolonga la vida de un ser humano, acorde lo decide el capo de turno. Precisamente desde los espacios de reclusión, se extorsiona a voluntad al prospero o al sencillo empresario, se asesina a las personas, por paga, no importa en presencia de quien o de quienes, adultos o niños.

Desde los centros de reclusión, se condicionan “pactos de paz” al gobierno, con valores agregados en beneficio del delincuente, al puro estilo “o lo tomas o lo dejas”, mientras tanto, los adultos, ciudadanos de bien, nos hemos convertido cobardemente; además de sus rehenes, en simples espectadores que; acurrucados en nuestras soñolientas actividades, poco o nada nos importa siquiera el futuro de nuestras familias. Pido perdón por generalizar mis conceptos.

¡¡¡¡Ya es hora…!!!! Claro que ya es hora de que los jóvenes suplan nuestras falencias y terminen ellos siendo los salvadores de la patria toda. Ya es hora que cada joven se convierta, para bien eterno, en el pilar fundamental de nuestra actual corrupta sociedad…Ya es hora de hacer prevalecer uno a uno nuestros principios, ya es hora de emular a Montalvo, quien sabiamente sentenció:

“…Donde hay un muchacho que alza la cabeza y exclama: ¡Tirano, yo no soy de los tuyos! Entonces, la esperanza palpita en el seno de ese pueblo.»

«Desgraciado del pueblo donde los jóvenes son humildes con el tirano, donde los estudiantes no hacen temblar al mundo».

DIOS SE APIADE DE NOSOTROS….

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2 comentarios

  1. Así esta este país, VILLAVICENCIO era la esperanza para nuestra Nación , mataron nuestro y nuestra esperanza. Va la cadena perpetua y la pena de muerte

  2. Entiendo su malestar. Soy ProVida y no estoy de acuerdo con legislar, aprobando la pena de muerte, pero confieso que a ratos, suena como una opción oportuna, en casos extremos como el que nos ocupa.
    Saludos.

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