23 noviembre, 2024

Amar es Liberar: mi constante búsqueda de ser equitativo

Como decía E. E. Cummings: «Uno no es la mitad de dos; dos son las mitades de uno» … 

A muchos les disgusta que su pareja no lo exprese todo, porque lo consideran falta de lealtad (obviamente no estoy defendiendo el mutismo electivo). Pero la transparencia total no existe. 

Más aún, a veces es mejor no preguntar, y otras, no contar. 

Recuerdo el caso de una señora que, como no estaba muy bien afectivamente con su esposo, empezó a sentirse atraída por el mejor amigo del señor. Aunque nunca había pasado nada entre ambos, una noche de parranda, con algunos tragos encima, él se animó a darle un beso y ella no lo rechazó. 

Un tiempo después, estando en un curso de «encuentro matrimonial», en un ataque de sinceridad, la mujer no solamente comentó la atracción que sentía por el susodicho, que entre otras cosas disminuía cada día, sino también el furtivo beso que se dejó robar. 

Ella quedó liviana, tranquila y en paz consigo misma, con Dios y con la humanidad; él quedó deprimido, indignado y celotípico. Necesitaron varias citas de terapia, una separación transitoria y casi un año de reproches para volver a empezar. 

La pregunta es evidente: ¿Valió la pena comentar el desliz? ¿No podría ella haber buscado una solución menos «sincera» y dramática? La mayoría de los hombres nunca olvidan las canitas al aire de su mujer. 

En otro ejemplo, una mujer que trabajaba vendiendo cosméticos para ayudar a los gastos de la casa había decidido abrir su propia cuenta de ahorros. Por recomendación de su madre, y debido a que el esposo era bastante tacaño, a escondidas comenzó a ahorrar el diez por ciento de las ventas para solventar sus gastos. 

Aportaba el noventa y se quedaba con el diez. Por consejo de un sacerdote, y para evitar estar en pecado, le confesó al marido el autopréstamo que estaba haciendo efectivo sin su autorización. Más le hubiera valido estar presa. Las medidas represivas del señor fueron 57 impresionantes. 

Iban desde la confiscación activa de los privilegios, hasta el escarnio público. ¿Tuvo algún sentido comentar el secreto de su ahorro? En otro caso, un hombre cometió el error de confesarle a su señora que todavía le gustaba una exnovia, casada y con hijos, que trabajaba en la misma empresa que él. No tuvo vida hasta renunciar al trabajo. Una joven mujer a punto de casarse le confesó al novio, con el cual mantenía relaciones sexuales frecuentes, que él no había sido el primero. 

El matrimonio se desbarató. La idea no es andar jugando a las escondidas, fomentar el libertinaje y eliminar todo rastro de honradez, sino establecer los límites de la propia privacidad. Algo así como la reserva del sumario. Y esto no es desamor, sino inteligencia afectiva. La independencia (territorialidad) sigue siendo la mejor opción para que una pareja perdure y no se consuma. Aunque a la gente apegada le aterra el libre albedrío y le encanta ceder espacios: sin autonomía no hay amor, sólo adicción complaciente. 

Al rescate de la soledad Frente a la soledad siempre ha habido posiciones enfrentadas. Los filósofos y los maestros espirituales la han defendido a capa y espada, como una oportunidad para fomentar el autoconocimiento. 

Por ejemplo, Cicerón decía: «Nunca he estado menos solo que cuando estoy solo». Por su parte, los poetas y enamorados han hecho una apología de la adhesión afectiva, y han señalado que no hay nada mejor que estar encadenado a un corazón. 

En palabras de Machado: Poned atención: un corazón solitario no es un corazón. El gran poeta español posiblemente no hubiera pasado una prueba de dependencia, ni hubiera recomendado este libro. Para la psicología clínica, la soledad tiene una faceta buena y una mala. Cuando es producto de la elección voluntaria, es saludable y ayuda a limpiar la mente. 



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1 comentario

  1. Cicerón decía: «Nunca he estado menos solo que cuando estoy solo».
    ESTE CORAZÓN SOLO, QUE SIENTE LA SOLEDAD CON SU SOMBRA DE DOLOR, VIVE PERO SIENTE QUE NO EXISTE.
    SOLO QUIEN VIVE UNA SOLEDAD, AUNQUE ESTÉ ENTRE PERSONAS CONOCE EL DOLOR Y AUNQUE LA VIDA LE OBLIGUE ACTUAR EN SOCIEDAD, SABE QUE PUEDE PASAR EL TIEMPO SOLO POR LLENAR UN VACÍO , PORQUE LA INMENSA SOLEDAD ES LA COMPAÑERA DE SU ALMA.

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