El hacer suposiciones, sin fundamento, puede traernos serios problemas tanto en lo particular como con el resto de las personas. Las suposiciones dañan nuestro entorno nuestra tranquilidad y empezaremos a pensar que todo lo que dicen, a favor o en contra, está dirigido a nosotros.
Entonces, todo lo que nuestro cerebro suponga, nos hará más daño de lo que imaginamos y luego nos costará sacarlo de nuestra mente. Se convertirá en veneno que segregará de la herida que nosotros mismo la hicimos. Y todo por tomar éstas suposiciones personalmente.
Luego empezaremos hablar a las demás personas, de esto que hemos creado, algo que nosotros mismos hicimos y terminará como chisme, que para desgracia es la forma que muchas veces empleamos para comunicarnos. Por lo tanto es preferible y necesario pedir una aclaración antes de hacer una suposición que nos traerá sufrimiento.
Dialogando sin ofensas, tratando de no llegar a lastimarnos, tal vez logramos algo y muy posible solucionemos el conflicto.
Las suposiciones nos llevan a crear un caos en nuestra imaginación, vemos lo que deseamos ver y oímos lo que queremos oír, entonces inventamos una historia, para todos, los que en algún momento nos escucharán.
Muchas veces nos dedicamos a soñar y trabaja nuestra mente en imaginar cosas que la mayor parte de las veces, por no decir siempre, de estos sueños o suposiciones las llevamos al puesto más importante de nuestra mente, que luego saldrá dirigida como una bala perdida y llegará a cualquier lugar, que de seguro causará daño.
Muchos ejemplos podría decirles con base en suposiciones, aquí tenemos uno: “vamos caminando y de repente alguien nos saluda con una sonrisa, nosotros le contestamos, y en nuestra cabeza se forja una historia de amor, que no hay nadie que la detenga. Estamos haciendo crecer en nuestra cabeza algo inexistente, que más tarde nos podría hacer mucho daño, porque no es verdad fue solo una suposición. Acabamos de hacer una historia romántica, de algo que nunca sucedió, es decir hicimos una suposición de algo que no tenia sentido. Ahora imaginemos una suposición de traición de nuestra pareja, ¿permitiremos que una suposición, destroce una relación de pocos o muchos años? No, supongo que no. ¿Qué tendremos que hacer? Lo primero pedir una aclaración y allí viene lo mas difícil, el miedo de conocer la verdad nos intimida de tal forma que muchas veces este bendito malestar que está en nuestro ser, nos impide hablar y solucionar el problema y cada vez se hace más grande en el cerebro está suposición . Poco a poco se convierte en una bola de nieve que nos envuelve y nos puede llevar a una ruptura total. Así por una suposición hemos permitido que un veneno emocional sea derramado sobre nuestra mente y espíritu . Tendrá que pasar mucho tiempo para que logre cicatrizar la herida, todo depende si logramos solucionar está suposición convertida en obsesión.
Antes de que estas suposiciones nos lastimen el espíritu, mente y cerebro, pensemos sin suponer nada, no nos adelantemos a crear en nuestro interior algo que no estamos ni seguros y que tampoco sabemos si es cierto. Luego empezará nuestro calvario, ¿a quién nos dirigimos si es la suposición con nuestra pareja? Y si le preguntamos y nos dice que no es verdad lo que estamos suponiendo, que no pasa nada, seguiremos luchando contra nosotros mismos, hasta saber la verdad es decir suponiendo que es verdad lo que vamos a encontrar. Lo que si es una verdad irrefutable es que las preguntas y respuestas pueden causar más daño que bien, pero tenemos que hacerlas para salir de la incertidumbre.
No olvidemos nunca que una suposición nos puede traer consecuencias a veces funestas. Por lo regular damos por entendido, que en nuestro hogar nos conocen, que si somos casados nuestra pareja nos conoce, que en el trabajo nos conocen y saben todo sobre nosotros. Estamos equivocados, nadie nos conoce interiormente, a veces con mucha tristeza puedo decir, que ni siquiera nosotros nos conocemos como deberíamos. Entonces vienen las suposiciones con rapidez, nos dicen algo, hacemos suposiciones, no nos dicen nada, hacemos suposiciones. A veces esto es simplemente por la necesidad de satisfacer nuestro ego.
Muchas veces escuchamos algo y no entendemos de que se trata, hacemos suposiciones y por lo general las hacemos en forma inconsciente y nos vamos acostumbrando poco a poco a vivir de suposiciones que nos lastiman, o vivimos suponiendo que pronto seremos dueños de la empresa en que trabajamos y así seguimos llevando nuestro pensamiento a la inmensidad de nuestra mente , cuando volvemos a la realidad empezaremos a sufrir y empezará nuestra vida a cambiar pero en mal porque empezamos a darnos cuenta que tales cosas que hemos estado elucubrando no existen.
Hay que tener presente que vivir de suposiciones de riquezas, de amores, el despertar es doloroso. Lo que podemos estar consientes es que hacer preguntas suele ser peligroso, pero tenemos obligación de hacerlas, porque es la forma de recobrar la paz. Todos los problemas que elaboramos en nuestra vida es porque hemos permitido que nuestras suposiciones corran libremente por nuestra imaginación. ¡Cuán equivocados estamos!, También otro detalle que existe sobre las suposiciones, por lo general tratamos de cambiar a las personas. No tratemos de cambiar la esencia del ser de las personas, por que jamás lo lograremos. Debemos aceptar a todos tal cual son, o alejarnos de ellos. Imaginemos el día en que dejemos de suponer cosas de la pareja o de cualquier otra persona, nuestra forma de comunicarnos cambiará. Y nuestras relaciones serán, con el resto de gente, totalmente diferentes y no sufriremos más por suposiciones equivocadas. La manera de superar las suposiciones es preguntar y estar seguros que las respuestas que escuchamos, son suficientemente claras, que no podemos regresar al comienzo. Una vez escuchadas las respuestas no tendrás que hacer suposiciones porque sabrás la verdad. Acercándonos más a la realidad y alejándonos de las SUPOSICIONES.
Felicitaciones excelente artículo.
Excelente guía de vida. Felicitaciones
Totalmente de acuerdo Glorita