Siempre estamos buscándonos. La vida nos empuja a querer encontrarnos. Considero que hay una época, puntualmente a los 18/20 años, donde nos vemos en una situación difícil, normalmente tenemos que elegir una carrera, un trabajo, o una actividad completamente diferente a la que venimos haciendo desde que somos niños.
La pregunta es, ¿quién tiene el panorama claro a esa edad? Recuerdo que en una época llegué a sentirme totalmente perdida. No sabía qué hacer o qué camino elegir, mientras veía que muchos conocidos ya estaban trabajando o tenían claro donde querían laborar. Y fue en ese momento “oscuro” cuando una puerta mágica se abrió delante de mí.
Se me presentó la oportunidad de realizar un voluntariado, en una organización sin fines de lucro llamada “Cascos Verdes”. Ellos estaban buscando a una profesora adjunta para sus programas, yo nunca me imaginé todo el impacto que la organización tendría en mi. Mi primera entrevista “laboral” la hice para entrar como voluntaria en esa institución. Recuerdo que me preparé muchísimo para la entrevista, cabe recalcar que fue en el 2020, por lo que fue todo virtual. Y, aun así, el día de la entrevista me puse perfume y me arreglé como si el formato de la reunión fuese presencial.
En fin, tuve dos entrevistas y luego entré al programa de voluntariado. Yo había realizado voluntariados en otras organizaciones, pero nunca había pasado por entrevistas ni mucho menos por todo lo que pasaría luego.
Quiero aprovechar para comentar un poco sobre la organización. Cascos verdes es una asociación civil sin fines de lucro que, desde el 2007, se dedica a trabajar por la inclusión de personas con discapacidad intelectual por medio de la educación ambiental. Ellos brindan clases en el ámbito universitario a personas con discapacidad intelectual. Quienes toman el programa, se gradúan como expertos en educación ambiental.
En esa ONG tuve la oportunidad de brindar clases a los alumnos, de adquirir habilidades de docencia, de aprender sobre herramientas tecnológicas para que las clases sean lo más amenas posibles. Además, al enseñar sobre temas ambientales, aprendí muchísimo sobre cómo cuidar el ambiente y cómo hacer para reducir mi huella de carbono. Estuve un año como profesora adjunta, todos los meses recibía capacitaciones y talleres sobre el cuidado ambiental y sobre la docencia.
Cada vez que me acuerdo de esa experiencia, sonrío. El voluntariado me ayudó a encontrarme. Quisiera que este mensaje les llegue a muchos jóvenes que quieren encontrarse, porque realizar este tipo de actividades puede ser una herramienta clave para descubrirse. A partir de todo lo que aprendí en Cascos Verdes, me dí cuenta que mi camino laboral iba por el ámbito del tercer sector, de las organizaciones sin fines de lucro que buscan el bien común.
Hoy en día estoy realizando un posgrado enfocado en Organizaciones Sin Fines De Lucro y en una de las materias abordamos el tema del voluntariado, y pude recordar esa hermosa experiencia.
El voluntario es una persona que quiere realizar un actividad en una organización para aprender, para llevarse experiencias, para encontrarse, para poner a prueba sus habilidades. El voluntario espera llevarse consigo un montón de experiencias, conocimientos sobre temas específicos, contactos, etc. Es una actividad que recomiendo muchísimo.
En algún momento de este escrito comenté que a los 18 es una buena época para realizarlo. Quisiera agregar que no hay una sola edad para buscar encontrarse.
Excelente experiencia con cascos verdes, es un referente para quienes deseen colaborar en proyectos sociales.