En Ecuador, el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) ha sido un tema de conversación constante en los últimos años. Con la llegada al poder del Presidente Guillermo Lasso, se planteó la idea de reducir el ISD como parte de su plan de rebajas fiscales. Sin embargo, una de las exoneraciones que prometió generó expectativas en la comunidad estudiantil que, en la práctica, parecen haberse desvanecido. En este artículo, exploraremos la situación actual del ISD y cómo afecta a quienes buscan estudiar en el extranjero.
Muchos sabemos que estudiar en el exterior no es nada barato. Los costos de matrícula, alojamiento y manutención pueden llegar a ser abrumadores. Es por eso que la exoneración del ISD prometida por el gobierno de Lasso despertó el interés de miles de estudiantes ecuatorianos y sus familias. Sin embargo, la realidad es un poco diferente de lo que inicialmente se esperaba.
Actualmente, el ISD en Ecuador se ubica en un 3,5%. Según la propuesta gubernamental, esta cifra se reduciría para beneficiar a quienes envían divisas al exterior para pagar sus estudios. Sin embargo, la exoneración se limita a un máximo del 50% del primer nivel de la tabla del Impuesto a la Renta, lo que equivale a aproximadamente 5 mil a 6 mil dólares al año. Esto significa que, en el mejor de los casos, el ahorro máximo que un estudiante podría obtener sería de alrededor de $180 al año.
Otro aspecto que complica aún más esta exoneración es el proceso burocrático que implica. Cada vez que un estudiante o sus familiares realizan una transferencia de fondos al extranjero para pagar sus estudios, deben presentar una declaración para que el banco no les cobre el ISD. Esto añade una capa adicional de complicación y trámites a quienes ya están lidiando con los desafíos de estudiar en el extranjero. Además, aunque se dice que el ISD cubre gastos por estudios y manutención, hay una trampa: los gastos de manutención deben ser llevados en efectivo. Esto plantea preguntas sobre la seguridad y la conveniencia de llevar grandes sumas de dinero en efectivo cuando existen opciones más seguras y prácticas, como las transferencias electrónicas.
En resumen, la exoneración al ISD por estudios en el exterior, tal como se plantea en la actualidad, parece ser más un problema que un beneficio tributario real para los estudiantes ecuatorianos y sus familias. La limitación en la cantidad exonerada y los procedimientos burocráticos implicados hacen que este trámite sea más complicado de lo que aparenta ser. En mi opinión, es posible que este trámite pronto caiga en desuso, ya que la comunidad estudiantil podría encontrar mejores alternativas para financiar sus estudios en el extranjero. Mientras tanto, los estudiantes y sus familias seguirán buscando formas de sortear los obstáculos que presenta el ISD y continuarán esforzándose por alcanzar sus metas académicas a pesar de las dificultades financieras que enfrentan.
Muy interesante artículo. El estado debería considerar que facilitar estos procesos de estudio podría llegar a beneficiar al país. Si se les da incentivos a estas personas para regresar a Ecuador luego de sus estudios, traerán esos conocimientos aprendidos para invertirlos en nuestro beneficio.
A lo mejor les da resultado: abran varias cuentas de papá y mamá. saquen una tarjeta adicional y denle al chico.. el podra usar el triple del cupo.. saludos.