22 noviembre, 2024

Sorpresas electorales

Las sorpresas electorales de agosto, las dieron Daniel Noboa en Ecuador y Javier Milei en Argentina, un autodenominado libertario que ha ofrecido desdolarizar la economía, pues el valor del peso se está acercando a los que tienen los billetes en el juego de Monopolio. En sus campañas políticas nos toma como ejemplo por haber adoptado el dólar.

Se enfrentó a delincuentes del siglo 21, una mafia que, por más de 20 años, ha venido gobernando e instaurado una corrupción sistemática permitiéndoles  vivir de la política religiéndose entre ellos gracias a un electorado ignorante. 

Milei es un tipo extraño, excéntrico, raro, grosero, malcriado y gritón, lo que compensa con una cultura estupenda y argumentos económicos solidos que no pueden rebatir sus contrincantes.

Tuvo una niñez triste por la violencia de su padre, por el bullying del colegio, la falta de amigos, y parejas. Pasó 15 navidades y fines de años brindando solo con su perro llamado Conan, a quien le daba champán hasta que comenzaba a ladrar pendejadas.  Su primera pareja llegó a sus 48 años, solo le duró un semestre. 

Su biografía aparece en un libro llamado “El Loco” de Juan González. Uno de los capítulos cuenta que, al morir su adorado perro, contactó con una médium, que lo convenció que puede comunicarse con él can desde el más allá y que los perros no mueren, sino que reencarnan. 

Respecto a la reencarnación debo confesar que yo creía ciegamente en ella…pero eso fue en mis vidas pasadas. En cuanto hablar con los muertos, eso no tiene ningún mérito, pues cualquiera puede hablar con los muertos sean animales o personas, el problema está en que nos contesten.

En su próxima visita a Buenos Aires puede usted llamar a Celia Melamed, así se llama la veterinaria que se comunica por telepatía con perros, gatos, mosquitos, arácnidos y además con borregos tanto naturales como del sentenciado prófugo. Ejerce el chamanismo, Reiki, Usui (que no sé qué es) y técnica en psicofísica, además es especialista en constelaciones familiares, coaching con caballos, terapias florales, técnicas de sanación y focusing, (que tampoco sé qué es). 

Es profesora universitaria donde se conecta con burros ( los que se inscriben en sus clases).

Lo escrito anteriormente es cierto, ingrese al doctor google y pregunte por ella.

Javier Milei señala que se debe aceptar el consumo de drogas, pues toda persona es libre de hacer con su cuerpo lo que le da la regalada gana, el estado y el sistema judicial no deben intervenir. Tiene ideas excelentes como una drástica reducción en el gasto público, eliminación de los subsidios, disminución de 18 a 8 los ministerios, el cierre del Banco Central, libre competencia, reducción de impuestos, libre porte de armas y poner los derechos humanos a favor de las víctimas y no de los victimarios. 

A los progresistas, izquierdistas, comunistas y socialistas, los trata de corruptos, que no generan puestos de trabajo, ocupan cargos públicos y salen millonarios.

Igual que aquí.



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Sí! Trípode del aventurerismo político organizado para sostener la “estabilidad democrática”, simulada en beneficio del autoritarismo del poder. ¿Dónde? Aquí en Latinoamérica… La droga, al parecer, es el único factor nuevo de la trilogía. Al menos en las cantidades industriales que hoy viajan, sin mayores tropiezos de las mil formas, por sistemas viales aéreos, terrestres y hasta submarinos. Porque en la corrupción fue acunado uno a uno de los países que hoy integran nuestra América… Los casi 200 años de independencia de un colonialismo pervertido y corrupto son, significativamente, también, casi 200 años de corrupción de la formalidad democrática, hoy defendida o atacada. O manipulada. De cualquier manera, entre la corrupción y la droga el miedo es la tapadera de protección de ambas fuentes, que generan el estatus de las nuevas clases emergentes para el control social. Las leyes, las armas, la imposición del silencio, puestas en circulación en calidad de justicia y seguridad, son claves como prácticas de disuasión para los oponentes a la verdad de estado… Y entonces, el crimen, la persecución, el chantaje, la delación entran en circulación con carácter de necesarios para defender la “paz colectiva”.

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