25 noviembre, 2024

Crecimiento exponencial de la migración ilegal

El gobierno federal y los estatales de Estados Unidos se han visto obligados a tomar duras acciones para parar el masivo ingreso ilegal diario de miles de familias de América Latina que viajan en las peores condiciones para llegar a la tierra de Washington en busca de un mejor futuro.

Los albergues y casas proporcionadas por gobernadores y alcaldes han sido insuficientes. Hoy viven en locales de varias instituciones públicas, incluso en las calles de numerosas ciudades. Es un triste espectáculo ver como madres, niños, jóvenes y adultos se han tomado las aceras.

En este año, 2 millones de ilegales han llegado a Estados Unidos, equivalente a dos terceras partes de la población de Guayaquil. A ese país arribaron decenas de millones de extranjero, pero durante décadas. 

Ecuatorianos viajaron a buscar futuro a Estados Unidos desde siempre. Es el caso del manabita Julio Santos Hevia quien se fue a estudiar en 1865, se graduó y quedó trabajando en ese país. En 1879 regresó como ciudadano estadounidense a Bahía a visitar a sus familiares. Sus hermanos estaban en contra del presidente José María Plácido Caamaño. Fue encarcelado junto con ellos y el negocio incendiado. Se los acusó de apoyar al movimiento revolucionario de Eloy Alfaro El gobierno de Estados Unidos demandó la inmediata liberación de Julio e indemnización. Caamaño contestó que no lo haría porque Santos era ecuatoriano. Recibió la respuesta que si no lo liberaba enviaría barcos de guerra para irrumpir en la cárcel y llevárselo. Finalmente fue liberado en 1885 y regresó a Estados Unidos. En 1893 el Gobierno de Ecuador tuvo que indemnizarlo con 40.000 dólares.

En el siglo siguiente, en los cincuenta familiares de amigos viajaron a buscar futuro y ocuparon cargos de oficinistas, a uno de ellos lo contrataron para vender productos en América Latina, vivía en la ciudad de Nueva York, pero se pasaba dos semanas al mes visitando varios países de nuestra región. Lograron alcanzar elevadas posiciones en las empresas donde trabajaron. A partir de los ochenta, comenzó a aumentar la migración de ilegales alrededor de 10 millones de personas por década y en décadas posteriores los números siguieron creciendo. Pero lo que está sucediendo actualmente no tiene precedente. Dos millones de latinoamericanos en menos de un año.

La gran ironía es que quienes emigran votaron por políticos populistas y “redentores” que se dedican a atacar a Estados Unidos y lo trágico es que lo siguen haciendo. Es muy difícil entender a América Latina, región que tiene más de 200 años tratando de encontrar su norte. ¿Cómo entender al presidente colombiano Gustavo Petro cuando está de acuerdo con la invasión de los terroristas de Hamás a Israel? Debería estar agradecido con Israel por la enorme ayuda que ese país ha prestado a Colombia. Cerca de 8.000 colombianos viven en Israel. ¿Qué pasará con ellos? Petro es de lo que hace responsable a Estados Unidos de la tragedia de América Latina.

Echar la culpa a otro de la incapacidad de uno. Pero así es América Latina.

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“Alguno dirá: “Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe”. – Carta del Apóstol Santiago. Cap. 2, v. 14-18.

Estoy convencido que el éxito del Ecuador es realmente posible. Estoy más que convencido que si ajustamos un poco la mira, apuntamos a objetivos concretos, cuantificables, no pasaría mucho tiempo para vernos alcanzándolos. Tengo fe en que el éxito es posible en el Ecuador. Varias naciones se han alzado hacia el triunfo que significa mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El éxito no lo vamos a conseguir porque alguien nos lo dé. Tampoco llegaremos a este porque un político o líder invente una estructura, institución o mecanismo a nivel de nación que nos libere de repente de la mediocridad, la baja autoestima generalizada, tantos actos de corrupción o incluso del alto índice delincuencial. No. La única manera de alcanzar el éxito como nación no es poniendo o sacando a determinada persona en el poder ni tampoco con algún mandato que este ordene. El único camino es la unidad, la integración, el trabajo en equipo y generar un torrente de ideas o capital intelectual, una idea que ya esta clara que debemos aplicar es las autonomías de regiones.

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