A pocos meses de posesionado le hice conocer la situación trágica del Archivo Histórico del Guayas (AHG). No he podido entender el desinterés que ha existido en las últimas alcaldías en asumir la responsabilidad de dirigir una institución que en otros países es admirada, apoyada y promovida por ser repositorio de la historia de las ciudades. El AHG guarda la historia de Guayaquil. Tuve el privilegio de estudiar varios años en dos continentes y viajado el mundo entero. En mis estudios y viajes aproveché para visitar numerosos archivos en diferentes países y quedé impresionado de las instalaciones y contenidos; cartas y documentos de centenares de años de antigüedad, muy custodiados. Esas instituciones también se encargan de la difusión publicando obras y dictando seminarios.
Con esos antecedentes me dirigí a usted para que hiciera algo por el repositorio que alberga la historia de su ciudad. Los guayaquileños deberían sentirse avergonzados de lo que le sucede al AHG.
Durante cerca de 40 años el AHG dependió del Banco Central donde existió estabilidad de los funcionarios del departamento de Cultura de esa institución. Fue creado por Julio Estrada Ycaza en 1970 quien hizo un extraordinario trabajo durante las dos décadas que lo dirigió, pero renunció por no estar de acuerdo con quien era la máxima autoridad en el departamento de Cultura en el Banco Central. Fue la primera crisis del AHG pues durante años estuvo a la deriva, semi cerrado por falta de un director. En 1997 José Antonio Gómez Iturralde pasó a dirigirlo e inició una segunda etapa de gran actividad. El AHG dictó clases a profesores de escuelas públicas, publicó libros, dictó seminarios. Uno de los programas se llamó Cátedra viva de Historia, era actualización de conocimientos de Historia, que incluyó la calificación para subir de escalafón, por ello se firmó un convenio con el Ministerio de Educación. Más de 1.000 maestros se beneficiaron de ese programa. Se dictaba en el auditorio del Banco Central y los talleres en el AHG. El tema de recuperación de la identidad montubia se evidenció en las casas abiertas, donde se congregaban instituciones, agrupaciones culturales y colectivos que trabajaban en esa línea. Lo propio ocurrió con el Afro y Cholo. Llegaron a trabajar cerca de 30 personas entre el departamento de investigación, impresión de publicaciones, biblioteca, archivo y administración. En doce años se publicaron 40 obras, un promedio anual superior a 3 libros.
Durante la presidencia de Rafael Correa se creó el Ministerio de Cultura y el AHG pasó a depender de ese nuevo ministerio a través del MAAC. Lejos de recibir apoyo, Gómez Iturralde fue presionado y optó por renunciar en 2009. Desde esa fecha el AHG ha ido a la deriva, se encuentra en etapa terminal. Han pasado numerosas personas en el área de cultura, ninguna calificada para manejar directa ni indirectamente temas de historia. Hubo una época en que ni siquiera había agua en los servicios higiénicos, equipo contra incendio deteriorado, aires acondicionados dañados, insuficientes deshumidificadores tan importantes para proteger documentos centenarios, goteras en el techo, etc. Se cerró la imprenta, se acabó la actividad de paleografía, se terminó con la investigación histórica. Frente a esta tragedia pasaron dos alcaldes.
La única estabilidad que ha existido en el AHG ha sido Delia María Torres que ingresó en 1997 como asistente de Gómez Iturralde. La han tenido perdiendo el tiempo, ignorándola y llamándole la atención todos estos años. Fue ella quien recibió a funcionarios del Ministerio de Cultura cuando usted reaccionó positivamente. Pero su entusiasmo lamentablemente quedó en un par de visitas de funcionarias. Meses atrás el actual alcalde ofreció, así lo entendí, que el Municipio asumiría la dirección del AHG. Usted se va, seguramente vivimos los últimos tiempos del AHG:
Lamentablemente y cierto que han humillado a Guayaquil, no haciendo respetar la identidad histórica que se custodia ahí, si no fuera por la defensa incondicional y permanente de DELIA MARIA TORRES, hace rato hubiera desaparecido, y como valor agregado ninguna autoridad se ha preocupado por su estabilidad laboral de 26 años con contrato en la modalidad de servicios prestados, teniendo sus derechos legales y constitucionales a su favor, hay desacato a la Resolución del Ministerio del Trabajo que ordenó se le entregue el nombramiento que por ley le corresponde. Por último ponen de Director del MACC, a una persona q no tiene ni moral ni valores, no tiene la menor idea del AHG, valiéndose de artimañas para mantenerse en ese cargo, no se merece Guayaquil tener personas de esa calaña, se opone a que el AHG pase a la administración del Municipio de Guayaquil, sin ningún fundamento legal, su incapacidad y desconocimiento, no su culpa sino de quien lo nombro. Es hora que los Guayaquileños exijan y obliguen respeto y que nunca más se produzcan atropellos institucionales como personales por parte de personas sin probidad moral
Guillermo, es muy laudable tu gestión por la conservación de nuestros documentos históricos.
Piensa, si al presidente que es tu tocayo no le importa que maten a seres humanos en las calles del país y sigue indiferente alegando que el es un demócrata, ¿qué puede importarle una colección de «papeles» que para él no tienen valor económico? Dirígete a Daniel Noboa, estoy segura que, terminando con lo más urgente, dará la mano al Archivo Histórico del Guayas
Gracias, Norma, por tus comentarios y sugerencias. No hay duda de que Guillermo Lasso decepcionó a la mayaría de las personas que votó por él, pero no perdía nada recordándole la necesidad de hacer algo por el AHG antes de que termine su mandato. El traerlo nuevamente a la vida no es labor de un guayaquileño. Hay que tener presente que hay numerosos miembros del Capítulo Guayaquil de la Academia Nacional de Historia con sede en Quito.
Estimado y respetado Guillermo, personas representativas que defienden la verdadera historia de Guayaquil basado en documentación actualizada y contextualizada y despegado de regionalismo, son muy pocos, entre ellos, los sobresalientes, eres tú, otro querido amigo como Melvin Hoyos y unos pocos más.
Como expresé en la Asamblea General Extraordinaria del Comité de Los Ceibos del día miércoles 18 de octubre, el Gravísimo Problema de la Seguridad en Los Ceibos, y en todo el país, es como consecuencia de una falta de aplicación de una POLITICA PÚBLICA del Gobierno Central. Guillermo LASSO que prefirió NO invertir los Fondos de SEGURIDAD disponible en el Presupuesto General del Estado, y también afecto con esta política a todo el SECTOR SOCIAL, para lograr tener un Ahorro a costa de los álgidos intereses de los ciudadanos, y estos dineros públicos ahorrados, depositarlos en un Banco de Suiza, para INCREMENTAR LA RESERVA MONETARIA INTERNACIONAL, y con esta política, lograr bajar el riesgo país para que no les afecte el Valor de los Bonos Soberanos de la Deuda Externa que están mayormente en manos del Sector Bancario-Financieto Ecuatoriano.
LASSO prefirió cuidar los intereses financieros de ese minúsculo grupo del que se pertenece, descuidando la SEGURIDAD de los ecuatorianos, así como también no se preocupó del Sector Agroindustrial, Ganadero y Comercial del pais, ambiciones lujuriosas excesivas que repercutió en una fractura en la integración de la derecha ecuatoriana, siendo todo esto, la causa fundamental del fracaso y caida de su gobierno.
Los que vivimos en la Cdla. Los Ceibos, le damos nuestras bendiciones para el éxito del Presidente Electo Daniel NOBOA, quien se graduó en el Colegio Alemán Humboldt de Guayaquil, ubicado dentro de nuestra querida y tradicional urbanización contemporánea que debería ser considerafa como Patrimonio Arquitectónico Urbano de Guayaquil.
Ante las graves falencias de Gobierno Central en los terminos antes descritos, es necesario considerar que sólo la organización y toma de conciencia de la mayoría de los Vecinos de Los Ceibos, que la SEGURIDAD INTERNA es fundamental y prioritario para la protección de nuestras familias; por esa razón, todos los Vecinos estamos en la Obligación Moral de Afiliarse y Aportar Económicamente al Comité de Los Ceibos.
Es hora de desterrar el. qemeimportismo, la indiferencia, o la ley criolla estúpida del más vivo, de los que no tienen corazón guayaquileño, esto es, servirse gratis, sin esfuerzo, sin aportar económicamente para beneficio de su familia, de los servicios que brindará la seguridad en nuestra ciudadela.
Guillermo, muchas gracias por los aportes que sigues brindando a los guayaquileños, y en particular, con las gestiones que podrías seguir impuldando en beneficio de Los Ceibos.
Saludos.
Wilson.