Ecuador vive de expectativas en todo aspecto: político, social, económico, etc., pero muy pocas se hacen realidad. Y no se trata de que sean muy difíciles de alcanzar, ni las mínimas se pueden lograr.
Las primeras en definirse fueron las referidas a lo que se quería de la república de Ecuador. El principal objetivo de la independencia fue lograr libertades en todas las áreas, acabar con el despotismo y mejorar el nivel de vida de los ecuatorianos.
¿Qué sucedió con las expectativas independistas? Mantuvimos la mayoría de las mismas leyes coloniales, entre ellas, las pesadas leyes tributarias que desalentaban la inversión. Recién se comenzaron a eliminar a partir de mediado del siglo XIX y la última, al terminar ese siglo, en la presidencia de Antonio Flores Jijón.
Las enormes expectativas por la elección de Vicente Rocafuerte quedaron en nada. Este titán, único entre los ecuatorianos, no logró hacer realidad sus sueños. Hablaba más de 5 idiomas, se considera prócer en algunos países, escribió numerosos libros antes de ser presidente; la mayoría se leyó en todo Hispanoamérica. Tuvo cercana amistad con los hombres más importantes de su tiempo de Europa, Estados Unidos e Hispanoamérica. Desde el primer momento le hicieron la vida imposible. Y así pasaron las décadas del siglo XIX y XX.
Rafael Correa creó enormes expectativas, la juventud votó por él. Mi hermano menor a quien le llevo 18 años, era fanático de Correa. Todos conocemos cómo acabó Ecuador con su Revolución Ciudadana. Guillermo Lasso M. también creó expectativas, se creyó en sus ofertas de campaña. Hoy tenemos un nuevo presidente, hay una descomunal esperanza sobre su trabajo. Ya el representante de la CONAIE salió con un pliego de condiciones, antes de posesionarse. Son numerosas las causas que impiden hacer realidad las expectativas; en el caso de las relacionadas con la gestión presidencial, unas por culpa de los propios presidentes, otras, por la oposición, otras por la misma sociedad.
¿Por qué es tan difícil hacer realidad lo que desea todo ecuatoriano con sentido común? Queremos mejores días haciendo siempre lo mismo. Einstein lo definió como locura hace más de un siglo.
El populismo es el culpable, sea de izquierda o derecha, que crean expectivas elaboradas por el marketing político. Cuando el candidato es autentico el pueblo lo percibe y votan por él. Ejemplo, Milei dice sus verdades proponiendo ideas que se pueden cumplir sin regalar nada a nadie, Él habla de un proceso de largo plazo para transformar a la Argentina, no de soluciones inmediatas. Solamente la Dolarización que cortaría de raíz la inflación tal como ocurrió en Ecuador. Buena pregunta la tuya estimado Guillermo.
Con pleno empleo, cosa que las leyes no lo permiten, no importa quién nos gobierne. Ojalá algún día lo logremos. Saludos
Me gustó mucho la respuesta de Bruno Faidutti. Absolutamente de acuerdo con él, iba a responder algo diferente, pero lo de él me parece mejor.
Muy de acuerdo con el Sr. Faidutti. Creo que también la falta de cultura y educación, que no son lo mismo, tienen mucho que ver con lo que repetidamente nos pasa. Educación y cultura para todos, pues ya tenemos el ejemplo de la última Asamblea, que por varios motivos, impidió que se lleven adelante proyectos beneficiosos presentados por el gobierno. Esta Asamblea donde muchos de sus integrantes están enjuiciados y otros llevan grilletes, son un pésimo ejemplo para los votantes sin cultura ni educación y una vergüenza nacional. Y la lista de motivos es larga.
El Ecuador necesita una “reíngenieria” urgente en orden constitucional y legal.