En todas las sociedades, y sobre todo en las que la política ha tenido mayor trascendencia, la lucha por el poder ha sido el instrumento primordial en la autoridad de su gestión. La historiografía, sin embargo, ha sido ajena, casi siempre, en sus comentarios críticos a tal suceso. Incluso los gobiernos monárquicos de la Europa medieval, están explicados como asuntos románticos, pese a estar sostenidos por dinastías, en que ha prevalecido el crimen.
En Latinoamérica se ha llamado guerras de independencia al cambio de autocracias entre el poder hispánico y el criollo. O sea, el poder hispánico y sus testaferros engreídos en la autoridad de guerra. Luchas que, en tantos años y años de “democracia”, solo han servido para bloquear el objetivo primordial de libertad de los pueblos.
Pues que los pueblos, aquí en Latinoamérica, jamás han podido liderar la justicia de sus vidas…La ignorancia de los muchos y el autoritarismo de unos pocos han definido siglos de mentiras y crímenes, que han bloqueado toda posibilidad democrática en el accionar urbano y campesino. Aunque hay nombres que nos hablan de objetivos a seguir…Lautaro, Rumiñahui, TúpacAmaru, Cuauthemoc, Anakaona entre otros son ejemplos de una realidad no cumplida!.