Una buena estrategia de Responsabilidad Social Empresarial puede ser una herramienta clave para la atracción y la retención de talento en una institución. Veremos el por qué:
Contar con una estrategia de RSE es una motivación para las personas que quieren ser parte de la empresa o que ya están en ella. No es lo mismo realizar un trabajo para conseguir una meta, que saber que, además de lograr un objetivo, el trabajo que se esta haciendo tiene un impacto positivo a nivel social.
Otro punto importante es el tema de los valores. Un posible colaborador o un colaborador va a sentirse más cómodo y satisfecho si se encuentra en un espacio donde conoce, de manera abierta, que sus valores personales están en sintonía con los valores de la institución.
La imagen de la empresa mejora y se vuelve única, cuando se da a conocer que no solo busca producir y tener ganancias económicas, sino que también tiene un plan estratégico para conseguir un impacto social positivo. Esto demuestra que está comprometida con la sociedad y con su desarrollo. Esto involucra temas como: educación, acceso a servicios básicos, aplicación de buenas prácticas ambientales, reducción de pobreza, entre otros.
La obligatoriedad de reinventarse es otro aspecto a recalcar. El estar involucrado con ser responsable socialmente, va de la mano con tener que innovar constantemente las prácticas internas y externas de la empresa. En esta misma línea, es importante recalcar que hay que ser innovadores y creativos para poder adaptarse a los cambios que suceden regularmente en esta esfera. Esto motiva, y, además, fomenta el crecimiento de los empleados.
Otro tip para gestionar y retener talentos en una empresa es poder brindarles a quienes trabajan en ella 1 día al mes fijo de descanso, y que ese mes NO sea parte de los tiempos de vacaciones. Ese día puede ser para que las personas descansen, para poder tratar temas personales, para poder ir al psicólogo, pasar tiempo con sus familias, entre otros. Esto demuestra que la institución se preocupa por la salud mental y física de sus empleados.
Los colaboradores son el corazón de cualquier empresa. Contar con personas que se sienten alineados con los valores de la institución, va a marcar la diferencia entre una empresa con alma y una sin alma.