Estoy casi segura, que este título les llamó la atención. Posiblemente jamás hubiera escrito nada al respecto, si no hubiera sido por una reunión que tuvimos mi esposo y yo con unos amigos, hace un tiempo atrás.
En esa noche de tertulia la conversación se puso fluida y muy agradable. Cuando estábamos en medio de ella, ciertas palabras de antaño empezaron a relucir, del lenguaje que se empleaba antes en el argot popular.
Todos festejamos el recuerdo de dichas expresiones, pero a mí la que me pareció excelente y se me quedó grabada fue: “camellar”. Entonces mi cerebro se puso a trabajar e inmediatamente pensé: sobre esta expresión voy a escribir, inclusive se los dije a los amigos que estaban esa noche en la reunión.
Casualmente como estamos en el mes de noviembre, faltando poco para el mes de la fiesta de Navidad recordé con más fuerza la palabra y su significado.
“CAMELLAR “es trabajar por algo que consideramos importante, sobre todo que valga la pena luchar por ello. Camellan hombres y mujeres en su hogar, en las oficinas y en todo lugar. Camellan los niños, los adolescentes en las escuelas y colegios para ser en el futuro personas de bien. Y así continuamos tratando de hacer algo que siempre nos ayude a mejorar.
Los meses de noviembre y diciembre son terriblemente agitados, todas las personas tratan de usar el tiempo en hacer cosas para obtener dinero y camellan con locura. El tiempo en esa época se vuelve irrespetuoso, ya que no permite ni siquiera respirar.
Si es verdad que todos buscamos la forma de ganar dinero, porque lo necesitamos para comprar tantas chucherías que nos muestran por el camino que transitamos. Por estos tiempos solo enfocamos nuestro pensamiento en todo lo material, en todo lo que nos produce riqueza, ¿verdad?
Pero hemos dejado totalmente a un lado, nuestra vida interior, no la hemos camellado, prácticamente la hemos abandonado y es ella exactamente la que nos produce más alegría, nos da tranquilidad y nos ayuda a salir de los problemas que solemos tener y sin embargo veces no lo entendemos.
Existe una razón, nos olvidamos de camellar una de las partes principales de nuestro cuerpo, que sabiendo que son cuatro hemos descuidado a uno: el CUERPO ESPIRITUAL.
Tenemos que acercarnos a él para lograr tranquilidad, paz y armonía, tanto en el hogar, como en el trabajo Debemos recordar que el camellar es en nuestros cuerpos: ESPIRITUAL, EMOCIONAL, MATERIAL Y FÍSICO.
Al tener estos cuerpos bien camellados, lo mejor para nuestro bienestar llegará. Tengan la seguridad que todo lo bueno nos llegará por añadidura.
Es importante el camellar en nosotros mismos, esto nos ayudara a superar muchos problemas que podemos estar atravesando. Debemos camellar en nuestro cerebro, para que las ideas que creamos sean positivas.
Si camellamos todos en el hogar lograremos una familia más unida y todo los trabajos en casa se vuelven menos complicados. El camellar es para todo ser humano.
Camella el rico, camella el pobre, todos tenemos que camellar para poder vivir en el mundo que nos tocó llegar. Lo interesante es que cada ser, puede camellar como desea.
Nadie en la vida puede estar sin camellar, tenemos que hacerlo con amor, llenos de energía sabiendo que siempre lograremos alcanzar lo que nos hemos propuesto.
Hay que recordar que todo tiene que ser: “BIEN CAMELLADO”.
Excelente y muy cierto gracias por compartir este artículo muy bien «camellado»
Excelente artículo! El camellar nos hace mejores seres humanos.
Gran mensaje!
Excelente
Los amigos te ayudan a camellar ese espacio interior que nos recomienda fortalecer y ser mas plenos, gracias Gloria