Cierta vez un Príncipe persa, recibió como regalo un hermoso cofre que guardaba en su interior un anillo con el diamante más fabuloso y perfecto que se haya encontrado en todo el mundo. Era un brillante puro, bella y delicadamente cortado, cuyo brillo hería la vista del que lo mirara.
El Príncipe que recibió el obsequio, quedó admirado por la belleza del cofre y lo guardó como un tesoro, puso a un lado el anillo con el brillante, del cual rápidamente se olvidó y todos los días admiraba fascinado la belleza, las líneas delicadas, los bellos grabados de la hermosa caja.
Pasaron los años, y el cofre, hecho de madera suave y hermosamente tallado, empezó a apolillarse y luego de otros años, prácticamente se deshizo un día en sus manos. El Príncipe entonces se acordó del anillo con diamante y por más que lo buscó, nunca pudo encontrarlo.
muy lindo!!!