Llega navidad, nos debemos preparar para el adviento y se nos viene el fin de año: ¿qué sueños y proyectos tenemos para el próximo año? No se me ocurrió mejor cosa, que preparar con mis alumnos algo.
Y vino la discusión: Fabro, -ya basta no es momento para predicar esperanza-. ¿Qué argumentos tienes Jorge para ello? Mire, el nuevo presidente que es super joven para ese puesto, yo le deseo lo mejor. Pero lo primero que hizo fue hacer una cadena nacional diciéndole al país que lo dejaron sin plata, con más deudas y con unas instituciones de servicio en alto grado de corrupción. Eso sí, que pagó las deudas con todos los grandes acreedores financieros. Como buen banquero el gobierno anterior, quedó bien con ellos. Pero el país, sin inversión en lo social, educativo, con un crecimiento mínimo del uno por ciento en el PIB ¿qué pasará con las universidades que necesitan dinero para becas, investigación? ¿qué pasará con los jóvenes que necesitan trabajar, estudiar, salir adelante en la vida? ¿qué esperanza estamos dando a la juventud con este tipo de políticas públicas? Del nuevo presidente, repito le deseo lo mejor. Claro Jorge, yo tambié ¿cómo sacará adelante al país?
Mientras Jorge y Fabro se interrogaban sobre el futuro socio-económico del país. Margarita y Susana decían que este año será más duro hablar de esperanza, comer algo rico, y quién sabe si podremos intercambiar regalos. Chicas, creo que tienen razón en parte, ya llevamos varios años en situaciones parecidas. Sin embargo, un abrazo, una sonrisa, elevar la mente y los ojos al cielo, no cuesta mucho, mejor nada, solo que tengas tiempo y lo desees. Esperar es creer en aquello que aún no vemos, pero anhelamos, nos hace caminar, nos invita a soñar, luchar. Por algo, ustedes estudian, hacen deporte. En estos momentos caer en la “acedia espiritual”, es decir en el desánimo, pesimismo es muy normal, pero eso no ayuda.
Las crisis chicos, ayudan a crecer, pueden paralizar o hundir a las personas si se encierran en sus propias visiones, si no piensan creativamente, si no buscan ayuda. Hoy más que nunca debemos tener claro aquello que el Papa Francisco repite con insistencia para el cambio de paradigma en lo socio ambiental: “todo está conectado”, y “nadie se salva solo” (Laudate Deum n 19).
En estos tiempos de crisis y de fin de año, es la compañía sincera de personas, la proximidad con el que sufre, el abrazo incondicional y sin esperar nada a cambio de una persona que esté triste, lejos de su país, no tenga nada que ofrecerte, lo que hará de nosotros hombres y mujeres de esperanza, porque podemos compartir lo mejor de nuestra humanidad, aquello que nos hace más humano los afectos, las caricias, las sonrisas. No cuesta nada dar sonrisa, abrazos a quien lo necesita y cuánto bien nos trae, cómo nos hace útiles y sociables.
Releamos hoy esos consejos que nos dio el Papa Francisco en su primer documento programático: La Alegría del Evangelio: “El ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser inválidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual”. “El evangelio siempre nos invita a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su presencia física que interpela, con su dolor y sus reclamos, con su alegría que contagia en un constante cuerpo a cuerpo”. Por ello, chicos y chicas adviento, navidad, fin de año es tiempo de esperanza, siempre encontraré a alguien a quien brindar una sonrisa, un abrazo, un trocito de ternura, aunque corra el riesgo de que se malinterprete. Identificarse con Jesús es ser revolucionario de la ternura. Lo que celebramos en Navidad, “LA ENCARNACIÓN” es la ternura de Dios expresada en lo pequeño, lo débil, lo frágil, lo vulnerable es la paradoja del amor de Dios, así es Dios, creer en él en estos tiempos es dejarme interpelar por la ternura de los pequeños para pensar alternativas.
Así es que chicos, hoy más que nunca es posible hablar de esperanza porque es lo que invita a soñar, a ser creativos, a buscar alternativas a la crisis, que en el fondo es crisis de humanidad. PODEMOS REINVENTARNOS si nos abrimos a la esperanza. La grave crisis social y política que vivimos que hace que las personas nos encasillemos en ideologías de un extremo a otro y nos enemistemos es lo que provoca violencia y caos social. Como dice el Papa en otro de sus grandes documentos FRATELLI TUTTI, “es indispensable construir la amistad social en donde la unidad es superior al conflicto…no es apostar por un sincretismo, ni por la absorción del uno y del otro, sino por la resolución en un plano superior que conserva en sí las virtualidades valiosas de las polaridades en pugnas”. “Cada vez que las personas y las comunidades aprendemos a apuntar más alto de nosotros mismos y de nuestros intereses particulares, la comprensión y el compromiso mutuo se transforman…” (FT 245)
Hay una canción que en estos tiempos de adviento y navidad me da mucha esperanza: MAS ALLÁ DE GLORIA ESTEFAN: Cuando das sin esperar
Cuando quieres de verdad/ Cuando brindas perdón/ En lugar de rencor/ Hay paz en tu corazón/ Cuando sientes compasión/ Del amigo y su dolor/ Cuando miras la estrella/ Que oculta la niebla/ Hay paz en tu corazón/ Más allá Del rencor/ De las lágrimas y el dolor
Brilla la luz Del amor/ Dentro de cada corazón Ilusión
Navidad/ Pon tus sueños a volar/ Siembra paz/ Brinda amor/ Que el mundo entero pide más
