Pocos conocen que el peso español de ocho reales fue una de las monedas más fuertes del mundo entre los siglos XVII y XVIII. Fue medio de pago en algunas regiones del mundo; se usó en las colonias británicas en América; se conoció como el dólar de plata. Este metal se minaba en San Luis de Potosí en la actual Bolivia y Zacateca en el actual México; fueron las más grandes minas de plata de la corona española en Hispanoamérica. Ellas produjeron enorme cantidad de dinero para los reyes de España. Pero como pésimos administradores, el ingreso de ese metal precioso en Europa ocasión un enorme proceso inflacionario que terminó destruyendo al propio peso de ocho y surgieron los pesos en los diferentes virreinato y capitanías de Hispanoamérica.
Para el siglo XX el peso se identificaba como moneda de pésima calidad y valor. Ejemplos fueron Argentina y Chile. Periódicamente había que crear nuevos pesos porque los antiguos tenían muchos ceros. En Chile, se cambió el nombre de la moneda a escudo pensando que con un nuevo nombre la moneda chilena se robustecería. En la administración de Allende sufrió pérdida total de su valor y en 1975 se regresó al peso. Mientras se debilitaba el peso español, se fortalecía el dólar. Es que en la práctica el reino español nunca fue imperio; cometió el error de expulsar a los judíos y árabes que producían y comercializaban.
Posteriormente España importaba todo, su riqueza era el metal precioso, no la producción ni el comercio. En las 13 colonias inglesas (Estados Unidos) no había minería de metales preciosos, la más importante era la del carbón en Virginia que se utilizaba para la producción de energía. Nuevamente la política era priorizar la actividad económica. En esas colonias había producción agrícola, industrial, gran comercio, invención y tecnología; son las verdaderas fuentes de la riqueza. Ese poder económico llevó al dólar a fortalecerse como moneda y eventualmente convertirse en la más importante del mundo; ha tratado de ser destronada, no pudo el euro, ni podrá el yen (China) en el futuro predecible. En nuestro continente, los panameños fueron los primeros en darse cuenta que si querían tener una moneda dura, no podía ser la de ellos, el balboa, estaría sujeta a los gobiernos, tenía que fijarse contra al dólar.
Hoy, el presidente argentino electo Javier Milei propone dolarizar la economía de su país para terminar con la anarquía monetaria causada por el pésimo manejo del peso.
La última reunión de los países autodenominados BRICS contó como uno de sus objetivos el crear una moneda común, en respuesta al riesgo de neutralización financiera (expulsión del SWIFT) que dichos países perciben como cierto , cuando alguno se aleja de la narrativa de USA y la Unión Europea. (Rusia , Irán, Yemen, etc.) Ninguna iniciativa de moneda alternativa al dólar USA , como sustituto de vehículo de liquidez global, prosperará en mediano plazo, a pesar de su violenta devaluación, debido a la confianza que el dólar USA genera a nivel global; irónicamente , más aún entre los conocidos detractores de USA y la Unión Europea., pues ellos saben que no podrían confiar, un solo lingote de oro, uno al otro.