No es de mi agrado escribir sobre política, ni detenerme a analizar ninguno de los poderes del estado, porque me dan ganas de llorar y no es mi fuerte.
Tener que referirse a la asamblea, la justicia, el CPCCS, el Consejo de la Judicatura, la Contraloría General del estado, los narcos partidos políticos y otras podredumbres deshonestas, da rabia e indignación.
Por eso prefiero mi pluma pase por la anécdota, relatos breves y curiosos que apenas se conocen o sobre los cuales estamos mal informados.
Me molesta la idolatría manifiesta y adoración perruna que ciertos individuos con alguna preparación, pero sin moral que los intercepte o desanime, sienten por los delincuentes del siglo XXI que salieron de las tinieblas donde merecían estar, gracias gobiernos corruptos y corruptores que ha padecido nuestro paisito.
Que usted sienta admiración y encanto por la figura de Thomas Jefferson tiene sentido, pero debe de saber que, como ser humanos Jefferson era incoherente y contradictorio, tenía sus debilidades.
Lo recordamos como autor de la introducción y el preámbulo de la Declaración de Independencia de los estados unidos, fue autor de la famosa frase: “Todos los hombres son creados iguales”
La paradoja radica en que el tercer presidente de los Estados Unidos fue dueño hasta su muerte de un total de 600 esclavos encargados de tareas como la construcción y el mantenimiento de Monticello, la finca de Virginia en la que solía residir. Mantuvo relaciones ilícitas con Sally Hemings, una hermosa esclava 28 años más joven que él a quien la habilitó a la prematura edad de 14 años y le hizo seis hijos.
Si podemos bajar de la nube a verdaderos valores históricos, no se diga a mequetrefes, filibusteros y badulaques que abundan en nuestro medio.
Cuando la gente comienza a babear por un espanta pájaros grotesco, y mueren por él así insulte a la madre que los parió; cuando el dinero mal habido se convierte en un objetico frenético; cuando la falta de valores morales sobrepasa los estándares aceptados incluso por Maduro, cuando la inseguridad y el narcotráfico campean, usted realiza que la decencia y ética han hecho mutis.
Un expresidente y sus ministros arrastran ochenta juicios pendientes,la impunidad de ese gobierno seguirá rampante y no se haga ilusiones pues el 99% de las personas que intervinieron en el operativa metástasis, son como Thomas Jefferson, afirman estar en contra de lo que han venido practicando desde que ocupan cargos públicos. Son los mismos haciendo lo mismo, desconfíe de los allanamientos escandalosos pues terminan en nada, solo sirven para hacer más adinerados a los administradores de justicia. En la medida que paguen peaje irán saliendo los procesados.
En lo personal no abrigo esperanza alguna que el juicio conocido como metástasis, termine en el tiempo que me queda de vida que es de aproximadamente 20 años de acuerdo al último pronostico del INOCAR.
