21 noviembre, 2024

Nuestra Trinchera

Desde Mi Trinchera es un diario digital fundado en Guayaquil en el año 2007, luego de una primera reunión convocada por el ingeniero Roberto Bitar Mahuad y el doctor José Fernando Gómez Rosales, para mantener unidos a los ex articulistas de diario El Telégrafo y poder seguir entregando nuestros artículos de opinión a la sociedad.

La máxima de “la Trinchera”, como cariñosamente le decimos al diario, es respetarnos entre los articulistas y que los artículos que se publican se basen en la realidad y sean fieles a la libertad de expresión bien concebida, que evita la calumnia, la mentira, la difamación y la deformación de los hechos.  

Además, es un diario de inclusión, en el cual publican sus artículos personas con capacidades diferentes y, sobre todo, con filosofías distintas, siempre bajo el margen del respeto y la veracidad.

El diario, con el que han colaborado aproximadamente 128 articulistas, nacionales y extranjeros y llega a más de cuarenta mil suscriptores. Más de quince mil lectores en todo el mundo consultan mensualmente nuestras publicaciones. 

El diario existe y se ha mantenido para poder llegar a ustedes con los distintos temas que se publican aquí, gracias al desinteresado esfuerzo de dos grandes personas quienes idearon a la “Trinchera” y le dieron vida, luego de esa primera reunión de articulistas:  ingeniero Roberto Bitar Mahuad y doctor José Fernando Gómez Rosales. 

En el año 2010 la Junta Cívica de Guayaquil le otorgó a Desde Mi Trinchera el Diploma al Mérito Cívico, “Un justo reconocimiento a un periódico digital que busca informar a la ciudadanía a través de una línea editorial frontal, que lucha por la libertad de expresión en el Ecuador.” 

En nombre de todo el grupo de articulistas les doy las gracias, ya que nos han brindado la oportunidad de tener un medio de opinión a donde expresarse libremente.

Las cosas, así como esta Trinchera, no funcionan por sí solas, es necesario soporte y determinación detrás de toda acción.

Gracias por siempre, Roberto y José Fernando.

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¡Bombero!…

Mi querido hermano de corazón Mario Mártire era el segundo jefe del cuerpo de bomberos de la ciudad de Guayaquil.

En un viaje que hicimos a la sierra hubo un cortocircuito y un palo se estaba incendiando, por lo que sin darme cuenta del riego que esto implicaba me trepé hasta lo alto de lo que se quemaba para evitar que todo se queme.

Mario pensó que detrás de este hecho se ocultaba un bombero potencial y cuando regresamos a la ciudad de Guayaquil, me llamó para decirme que me había hecho bombero y estaba en la compañía bajo su mando.

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