En este artículo no mencionaré las múltiples actividades que tiene Xavier Simon Isaías en la creación de prestigiosas empresas, y cuya actividad es y ha sido diversa, presidiendo directorios de varias compañías, ni tampoco me referiré a la promoción que realiza a favor de la cultura en Guayaquil, solo analizaré la intensa actividad desplegada en beneficio del Honorable Cuerpo Consular de Guayaquil, como Cónsul del Paraguay y que además se ha desempeñado, como decano por 18 años, renunciando de manera irrevocable en el mes de enero a pesar del pedido de todo el directorio para que continué presidiendo esta institución.
Afable, espontaneo, laborioso, dueño de una sólida cultura, alejado de las vanidades, ha volcado en beneficio de la colectividad todo su vigor.
En este ideal Xavier Simon Isaías ha ofrendado cerebro y corazón, fortaleciendo las relaciones de Guayaquil y el Ecuador con las demás naciones, esforzándose en crear una atmosfera de amistad y compresión dentro de la cual se compaginen las distintas facetas de la múltiple comunidad internacional y nacional. En este sentido, las instalaciones del Cuerpo Consular de Guayaquil siempre han estado abiertas a los diversos ciudadanos extranjeros procurando darles la información debida y los datos que requieran. Asimismo, se ha ayudado a la comunidad a través de dispensarios médicos, programas de asistencia, programas culturales, convirtiéndose en parte del tejido social de la ciudad y del país.
Por otra parte, para entender en su real dimensión la obra de Xavier Simon se requerirá el paso del tiempo y, a medida que este decurra, poco a poco se irá apreciando mejor cuanto hizo en favor de Guayaquil y las Relaciones Internacionales.
Hombre múltiple y diplomático cabal es un claro ejemplo de temple y corazón guayaquileño.
En el corazón de Ecuador, emerge una figura extraordinaria cuyo legado resplandece en múltiples ámbitos, transformando vidas con una generosidad y dedicación sin igual. Xavier Simon se erige como un faro de bondad, guiando a su comunidad hacia un futuro más brillante.
Su altruismo desinteresado es la esencia que impulsa cada uno de sus actos. Xavier Simon ha consagrado su vida a la causa de la educación y la salud, desplegando una pasión contagiosa que motiva a aquellos a su alrededor. Su mantra es simple pero poderoso: hacer el bien sin mirar a quién. Desde la enseñanza hasta la asistencia médica, Xavier se ha convertido en un referente de entrega y servicio a los demás.
Pero su impacto va más allá de las aulas y los hospitales. Xavier ha dejado una huella imborrable en el panorama artístico, cultural y educativo de Ecuador. Su labor incansable ha nutrido el alma de la nación, elevando la apreciación por las artes y la riqueza de su patrimonio cultural. A través de proyectos innovadores y colaboraciones inspiradoras, ha tejido una red que conecta a la sociedad ecuatoriana con sus raíces y aspiraciones.
La dedicación del Señor Xavier Simon Isaias no conoce límites; su incansable esfuerzo ha sido un faro de luz en momentos de oscuridad, iluminando la senda hacia el conocimiento, la salud y la expresión artística. Ecuador ha sido testigo de su labor inmensa, y sus contribuciones continúan resonando en cada rincón del país.
En resumen, Él Sr. Xavier Simon Isaias es un verdadero héroe anónimo, un pilar fundamental en la construcción de un Ecuador más fuerte y compasivo. Su legado perdurará como un testimonio de la magnitud que puede alcanzar una vida dedicada al servicio y la benevolencia.