21 noviembre, 2024

Los TLC (Tratados de libre comercio)

En las postrimerías del Gobierno del Ex Presidente Correa, se firmó con Europa un “tratado económico” por el cuál Europa inicia un desgravamen arancelario progresivo durante siete años -que ya se cumplió- llegando al Ecuador productos europeos sin gravamen arancelarios desde sus países de origen. Así, Europa recuperó su mercado en los países sudamericanos, que China, les había despojado, sobre todo en materia de vehículos y de maquinaria pequeña.

El Ecuador, también se benefició enviando sus productos a Europa, la balanza comercial con Europa mejoró con relación a los años anteriores

En el Gobierno del Presidente Lasso, se iniciaron los T.L.C., siempre con la premisa de que la firma de los mismos, reduciría la desocupación en el Ecuador, que en esos momentos era muy preocupante

El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso junto al primer ministro chino Li Keqiang en febrero de 2022, cuando comenzaron las negociaciones del tratado de libre comercio con China. Fotografía tomada de la cuenta de Twitter de Guillermo Lasso.

El T.L.C., con China se aprobó hace pocos días en la Asamblea Nacional (A.N.). Las discusiones sobre dicho tratado, duraron muchos meses, entre los representantes del Gobierno del Ecuador y los gremios de industriales y de artesanos que veían en el Gigante Chino, la pérdida de sus industrias y artesanías en el Ecuador. De tales conversaciones unos 800 Items, quedaron excluidos del Tratado, así como se logró una desgravación progresiva de muchos productos chinos, por el tiempo de diez años, para proteger la producción nacional, industrial y artesanal.

Aprobado el Tratado, por la A.N., ya no hay vuelta atrás, no podrá modificarse, pero si considero que podrá limitarse, como tampoco podríamos considerarlo sin límites en el tiempo. Ecuador, siempre, exportó al exterior sus excedentes, para no encarecer el mercado del consumo nacional. No se entendería de otra manera, que éste T.L.C., y los otros que se firmarán con Costa Rica, Panamá, y Canadá sirvan para alimentar al mundo con nuestros productos agrícolas, teniendo como contrapartida, la posibilidad de desmotivar a la Industria Nacional y artesanal.

Nuestras autoridades deberán monitorear muy de cerca estos Tratados de suerte que, realmente, den empleo de manera masiva a los ecuatorianos y le den a la industria y a la artesanía ecuatoriana las posibilidades de subsistencia que requieren en los próximos años.

Somos un país pequeño que esta transitando por momentos difíciles en materia económica y social y estamos contratando, nada menos que con la segunda potencia mundial: China.

Con Costa Rica, Panamá y Canada podríamos obtener beneficios en materia de turismo, financieros y de empleo, sobre todo con Canadá, que necesita mano de obra a cambio de tecnología y de intercambio agrario, con productos que no se producen en tales países, pero son aspectos que se podrán medir después de 10 años por lo menos. También el Ecuador podría firmar un T.L.C., con los Estados Unidos, cuyos productos podrían competir con los productos chinos y beneficiarnos de la competitividad entre grandes naciones, económicamente hablando.

No nos ilucionemos tanto con los T.L.C, no son la panacea ni la solución total de los problemas ecuatorianos. También se requerirá un Organismo Internacional que dirima laos conflictos que podrían presentarse en el desarrollo de estos Tratados con el tiempo.

Es, en todo caso, una nueva visión de los negocios internacionales con las naciones amigas. El tiempo nos dirá si el Ecuador tomó la decisión correcta o se estrelló contra las paredes de la conflictividad de tales negociaciones o con la competitividad con tales países más desarrollados que el nuestro, en muchos aspectos, no en todos.

El tiempo les dará la razón a quien lo tiene.

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