La forma más clara para medir el progreso en la administración del Estado ecuatoriano es leer las memorias anuales de los ministros desde 1830. Tengo cerca de un centenar entre las del Interior, Hacienda y otros. Quienes tuvieran interés en leerlas favor contactarme a través de Desde mi Trinchera.
Desde los primeros informes se lee que hay déficit en el presupuesto del Estado, que no hubo dinero para invertir en educación, salud ni obra pública. Hoy hay más de lo mismo.
Otro evento que se repite es la inestabilidad política.
La falta de estabilidad de ministros y personas con altos cargos públicos, se dio desde 1830. Para 1918, Víctor Emilio Estrada escribía que en los últimos 20 años el país había tenido 20 ministros de hacienda. La única estabilidad que yo recuerdo fue en el Banco Central. Desde su fundación en 1927 hasta alrededor de 1974 hubo muy pocos: gerente general, subgerente y gerente de la Sucursal de Guayaquil se mantuvieron en sus cargos por muchos años, algunos por décadas.
El primer banco de desarrollo fue el Banco Hipotecario que nació a fines de los veinte del siglo XX y luego se llamó Banco de Fomento. Para la poca obra pública la financiación salió mayoritariamente de los bancos y empresarios guayaquileños. Hoy hay varias instituciones que se dedican al fomento del desarrollo económico pero los proyectos se demoran eternidades en hacerse realidad. En materia de salud, la atención fue tan mala que para 1888, un grupo de guayaquileños, entre ellos extranjeros que se habían radicado en nuestra ciudad, decidieron crear la Junta de Beneficencia de Guayaquil En pocos años, administraba el hospital general y había creado el siquiátrico, el de niños, la maternidad y hospicios; hoy los más importantes del Ecuador. Además, tenía escuelas y colegios. Esta honorable institución que debe ser orgullo de todo guayaquileño; pasó a llenar el enorme vacío dejado por el Estado.
Hoy los hospitales estatales hacen noticia diaria por la falta de medicina, demora en tratamientos, etc. También desde el primer informe ministerial se menciona el tema de la justicia, de que no funciona, de la importancia de tener jueces probos, etc. Tenemos males crónicos, los describí en detalle en un libro que publiqué hace más de veinte años: Nuestros males crónicos. Se mantienen a pesar de que han pasado casi 200 años desde que nacimos como república.
Aclaración: En mi artículo pasado mencioné a Juan José Olmedo en lugar de José Joaquín Olmedo y Juan José Illingworth Vernaza, su segundo apellido es Niemes, se llama Juan José Illingworth Niemes, el famoso Matemático. Es mi apreciado amigo, puse los apellidos del padre. Mis disculpas.