Finalmente, los campos petroleros de nuestra frontera serán fácilmente reemplazados por Perú, les será muy factible hacerlo.
Es inconcebible que a una consulta planteada más de una década atrás, archivada por la Corte Constitucional de esa época, se la incorpore a un proceso electoral improvisado, en el cual muy pocos comprendían a cabalidad lo que se preguntaba.
Para comenzar, la pregunta estuvo mal hecha; el petróleo no está debajo del subsuelo, está dentro, por tanto, es imposible ejecutar o cumplir con lo que se preguntó. Los mismos jueces, Herrería, Ortiz y Corral, que salvaron su voto, señalaron que la consulta si fuera constitucional debía estar circunscrita solo a las provincias de Napo, Orellana y Sucumbíos.
Además, ya era materia juzgada, no cabía ninguna pregunta; el Ejecutivo de ese momento, Rafael Correa, sin necesidad de consulta, decidió, de acuerdo a sus facultades y prerrogativas, explotar esos recursos que hoy ya están en producción y nos representan ingresos por 1.400 millones de dólares anualmente.
Desmantelar esa explotación nos resulta imposible. Por no contar con los recursos de los costos implícitos y por necesitar desesperadamente los ingresos que nos produce su explotación. Todos perderíamos, los ecuatorianos que trabajan y dependen de esa actividad; los municipios que se benefician con las participaciones que reciben y los miles de ecuatorianos que, sin contar con esos ingresos, tendrán que aportarlos por otras vías, sean más impuestos o mayor endeudamiento.
No tiene objeto dejar ese petróleo bajo tierra, su valor disminuirá, los nuevos tipos de energías renovables amenazan su valor futuro. Los vehículos eléctricos, a gas o de hidrógeno, convertirán al petróleo en un recurso del pasado. La transportación en general evalúa la utilización de nuevas alternativas menos contaminantes.
Este tipo de decisiones no deben ser materia de referéndums. Para ello elegimos a nuestros representantes, para que administren materias complejas y especializadas sobre las que deben pronunciarse exclusivamente los expertos y exigir todos los cuidados del medio ambiente posibles. Finalmente, los campos petroleros de nuestra frontera serán fácilmente reemplazados por Perú, les será muy factible hacerlo. Seríamos el hazmerreír internacional
El artículo del señor Luis Villacrés me da pie para expresar mi apoyo al análisis realizado por él. En adhesión a la necesidad de restituir el ITT Yasuni al legítimo uso de explotación, estimo que deberíamos insistir en el cumplimiento de un axioma: las situaciones que generan un acto, incluso las jurídicas, se deshacen de la misma manera que se hacen. Procede una otra consulta sobre el tema. El Presidente Lasso jamás entendió la manipulación en la pregunta.
Lo denunciado por Luis Villacres confirma lo que con pena pienso, que los ecuatorianos somos estúpidos