Meditando acerca de los grandes beneficios de la inteligencia artificial para el mundo, me puse a pensar en todo cuanto nos da haciendo ahora la tecnología. Empezando por el auto corrector del celular que cuando ponemos o sea nos corrige por un “ósea” y nosotros ni nos inmutamos. He leído tantos “ósea” en mensajes de WhatsApp y en publicaciones de X que un día llegué a pensar que la equivocada era yo.
Estoy segura que un error de este tipo no se nos pasa por ignorancia sino más bien por descuido o pereza de corregir. Pero también pienso que si no corregimos a tiempo esos errores, entonces sí vamos a sumir en la ignorancia a quienes vienen detrás de nosotros y están aprendiendo el idioma. Este es un error sencillo pero frecuente y lo más probable es que los lectores recuerden muchos otros. No imagino lo que los maestros estarán viviendo en los salones de clase por esta y muchas otras consecuencias de los avances de la tecnología.
La inteligencia artificial es una maravilla, sin duda. Ya no hay casi nada en lo que no nos pueda ayudar, de manera eficiente y ágil. ¡Qué más podemos pedir en estos tiempos en los que cada segundo cuenta! Suelo ver con un poco de vértigo los nuevos descubrimientos y las tendencias a las que nuestros hijos y descendientes se enfrentarán. Pero a su vez me lleno de valor al recordar que hay muchas cosas que la inteligencia artificial no puede hacer. Para reforzar mi idea le pregunté al chatGPT qué es lo que la inteligencia artificial aún no puede hacer y esto fue lo que me respondió:
Aunque la inteligencia artificial (IA) ha avanzado significativamente en muchos campos, todavía hay ciertas tareas y habilidades que son desafiantes o fuera del alcance actual de los sistemas de IA. Algunas de estas limitaciones incluyen:
- Creatividad original: Aunque la IA puede generar contenido nuevo basado en patrones y datos existentes, la capacidad de la creatividad original, la innovación y la imaginación humana sigue siendo difícil de replicar.
- Comprensión contextual profunda: A menudo, la IA puede tener dificultades para comprender el contexto y el significado más profundo de la información, especialmente en situaciones ambiguas o emocionales.
- Empatía y comprensión emocional: A pesar de los avances en el procesamiento del lenguaje natural y la detección de emociones, la IA todavía carece de la capacidad de empatizar genuinamente con las emociones humanas y entender completamente el estado emocional de una persona.
- Juicio moral y ético: La IA carece de la capacidad de tomar decisiones basadas en un juicio moral y ético complejo. Aunque puede seguir reglas y patrones predefinidos, no puede comprender plenamente el contexto moral y ético de una situación como lo hace un ser humano.
- Creatividad en el pensamiento estratégico: Aunque la IA puede ser excelente en juegos estratégicos como el ajedrez o el Go, la creatividad en el pensamiento estratégico en entornos complejos y dinámicos aún representa un desafío.
- Intuición y toma de decisiones basada en la intuición: La intuición humana, que a menudo se basa en la experiencia, el conocimiento tácito y la comprensión contextual, es difícil de modelar y replicar en sistemas de IA.
En resumen
Aunque la inteligencia artificial ha progresado enormemente en muchos aspectos, todavía hay habilidades del pensamiento humano que son difíciles de imitar o replicar completamente con la tecnología actual. ¡Ahí está nuestro nicho, queridos humanos! Mientras sigamos desarrollando la creatividad, la empatía, la intuición, el pensamiento estratégico, la comprensión de las emociones y seamos capaces de tener juicio moral y ético, tendremos harto trabajo que hacer.
Con esta reflexión os invito a que no vivamos en modo automático, permitiendo que el auto corrector decida nuestros mensajes. Así como tampoco permitamos que la IA trate de resolver nuestra pereza mental y falta de creatividad. ¡Mientras tengamos vida, sigamos creando! Y al usar la IA, que sea siempre en pro de un mundo mejor.