SIGUIENDO LA COSTUMBRE FAMILIAR, el viernes pasado, comimos en casa la famosa fanesca de Semana Santa. Plato especial, que se prepara con muchos granos,(doce, que según la tradición católica, representan los doce Apóstoles). Inicialmente, se la preparaba con Bacalao, que lo traían desde las Islas Galápagos. Eran como pequeñas sábanas que lo colgaban en cordeles para secar el pescado. El Bacalao, le daba el sabor característico. En la actualidad se utiliza pescado blanco sin espinas.
Tengo una anécdota que contarles: Nos encontrábamos en la Isla Costa Rica del Archipiélago de Jambelí, donde pasábamos la Semana Santa, en casa de mi suegro Dn. Nelson Romero Pereira (+). Habíamos invitado a mis sobrinos Wilson Eduardo e Ivan Fernando. Unos jóvenes de 16 y 14 años respectivamente. Los desayunos eran suculentos, con bolón de verde, huevos fritos, ceviche y pescado frito, etc. A Wilson Eduardo, se le atravesó una espina en la garganta y no podía respirar. La sra. Octavia, nativa del lugar y comadre de mi suegra, cada vez que la familia Romero llegaba a la Isla, iba a ayudarle en las faenas de la cocina, pues éramos no sólo los de casa, sino también la familia de las dos hijas mayores Edith(+) y Chela, que también llegaban con sus hijos pequeños a su casa en ese mismo lugar. La sra. Octavia, ni bien se enteró de este hecho, le dió un manazo a la altura de la nuca y la espina salió volando de su boca. Gran susto, gracias a Dios con felicidad.
La fanesca es un plato complicado, de ancestro indígena. Al parecer cada ciudad de la Sierra ecuatoriana le agrega algún aditamento especial, para darle un sabor diferente, conservando los doce granos de ley. La fanesca de la Costa, es diferente de la de la Sierra, posiblemente es más light, pero igualmente engorrosa. El primer día compras los granos que los dejas remojando y los ingredientes adicionales; el segundo día los preparas en ollas grandes, que permanentemente revuelves los granos y otros ingredientes, con una cuchareta para que no se queme; luego lo enfrías para después servirla en casa. Quedó sabrosa, a nuestros nietos le hicimos una fanesca light, que si les gustó, (son unos difíciles, porque a una no le gustaba el choclo, a otro determinado grano, etc).
Por fortuna tuvimos en casa la ayuda de la señora que nos cocina. Había suficiente, invitamos a Marilú, su hija y su otra hermana patricia a comer la fanesca y a mi hijo Gabriel, mi nuera y los nietos. El más feliz fue el Guardia de Seguridad del Conjunto, que se sirvió un buen plato de fanesca. Al día siguiente, ya sólo los dos, volvimos a repetir el menú, con empanaditas y otros agregados, que Coca preparó.
Así le rendimos “culto”, a la tradición católica ecuatoriana, sin embargo, conversando con una señora manabita, me indicaba que en su tierra (Chone), no comían fanesca ni celebran de esa manera la Semana Mayor, , más bien lo que hacen entre varias familias es preparar doce platos diferentes, que entre ellas se reparten la preparación. Así celebran el Viernes Santo.
Por supuesto Jueves, Viernes y Sábado santos, son días especiales, de quedarse en casa, viendo la TV. sintonizando Radio y Televisión del Vaticano, que muestra los días previos y posteriores a la crucifixión. Son también días de reflexión y de recogimiento. El domingo de Pascua es de felicidad, he recibido alguna que otra felicitación de alguna que otra amiga del F.B .
A todos/as Uds.,mis amigas/os, les deseo unas felices pascuas de Semana Santa. Amen.