Es una palabra fuerte para título de este artículo y de lo cual me disculpo ante todo, pero me quedo con el significado del diccionario del español actual que indica que mamarracho es: “persona o cosa ridícula y despreciable”, concepto que se adecua a muchos personajes en estos momentos de torbellino internacional entre México y Ecuador.
El país del norte, ya hace varios años ha menospreciado el desarrollo de nuestra política local, a nombre de su derecho de ejercer su política internacional; sin embargo, su casa diplomática ha venido siendo refugio de delincuentes y de frontera permisiva para posibles fugas internacionales, como la de cierta ex funcionaria del correísmo que con ayuda de otro embajador de un país que a esa época era de los adalides de la izquierda sudamericana, huyó de la justicia ecuatoriana, a la cual se enfrentaba.
El señor presidente de México, mejor conocido como AMLO, por sus iniciales, ha sido un mandatario que mantiene porcentajes de aceptación ciudadana bastante altos, de hecho es de los mejores posicionados en américa latina, sin embargo a vista de gran parte del mundo, el gobierno mexicano es bastante mal visto, por las vinculaciones que existirían con el narco tráfico internacional.
AMLO tiene todo su derecho de hacer y decir lo que se le venga en gana en su país, insisto, aún mantiene índices sobre el 65% de aceptación; sin embargo eso, en lo absoluto le da derecho de opinar en temas internos de un territorio al cual NO pertenece, más allá que son temas polémicos y están siendo ventilados en los organismos jurídicos que el Ecuador como pueblo soberano mantiene.
Dirán algunos analistas o ya precandidatos que las consecuencias que enfrentará el Ecuador son incalculables, mas solo les recuerdo, que cuando Colombia entro al Ecuador para capturar a alias “Raúl Reyes”, que terminó en su muerte, también predijeron el fin del mundo y más allá de una cara grosera del presidente ecuatoriano de la época al señor Uribe, cuando este trató de saludarlo en una Cumbre Presidencial, no pasó absolutamente nada.
Ecuador también se defiende y considero muy personalmente que lo actuado por el señor Noboa era el adecuado, quizás la forma no fue la más óptima, pero si irrespetan tu territorio internacionalmente, debes defenderlo y es lo que nuestro presidente ha hecho.
Estoy convencido que los mecanismos internacionales se activarán y lo que espero es una cara como la de Correa a Uribe de parte de AMLO a Noboa y que se siga conviviendo en paz y tranquilidad y con las personas donde deben estar, por un lado un prófugo de la justicia en la cárcel y por el otro una exembajadora de regreso a donde su gobierno tenga a bien enviar. Como conclusión a todo este show mediático que se ha generado podrá afirmar que el señor López Obrador con todo su accionar hacia el Ecuador, se ha ganado con mérito y creces para mí, el título de MAMARRACHO.
MAMARRACHO, no solo este titulo “HONORIFICO”, se merece, este ciudadano, tartoso, majadero, miserable, posible cómplice de la Ratas Comunes, de los delincuentes, de los mafiosos, de los corruptos, de Los grupos de las bandas de delincuentes fugitivos, mafiosos del narcotráfico, mafiosos de la cocaína, terroristas, delincuentes, violadores, extorsionadores,
Quien es este ciudadano, metido, hasta cuando se dio el cambio de la Presidenta de Perú, y recién en nuestro País, debería ser sancionado por el Tribunal de la HAYA, de la Convención de VIENA sobre el derechos de los tratados, es prohibido Y Delitos, Dar declaraciones juzgar, a los gobiernos, y estados soberanos, democráticos, este MAMARRACHO, porque no combate a las bandas delincuenciales, narcotraficantes seguro les considera unos políticos, mas,
Como Ecuatoriano este bien lo hizo el Gobierno del Ecuador, era un delincuente común, sentenciado, como en cualquier domicilio lo hacen, a estas Ratas Comunes